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Levítico 16:11 - Versión Biblia Libre

11 “Aarón debe presentar el toro para su ofrenda por el pecado para hacer las cosas bien para él y su casa matando el toro como su propia ofrenda por el pecado.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

11 Y hará traer Aarón el becerro que era para expiación suya, y hará la reconciliación por sí y por su casa, y degollará en expiación el becerro que es suyo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

11 »Aarón presentará su propio becerro como ofrenda por el pecado para purificarse a sí mismo y a su familia, y así serán justos ante el Señor. Después de haber matado el becerro como ofrenda por el pecado,

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Biblia Católica (Latinoamericana)

11 Aarón presentará el novillo que trajo para el sacrificio por el pecado, haciendo la expiación por sí mismo y por los de su casa. Luego lo sacrificará.

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La Biblia Textual 3a Edicion

11 Entonces Aarón conducirá el novillo para la expiación, y degollando el novillo como ofrenda por el pecado, hará expiación por sí mismo y por su casa.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

11 Aarón ofrecerá el novillo del sacrificio expiatorio por su propio pecado y hará expiación por sí mismo y por su familia. Inmolará, pues, el novillo por su propia expiación.

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Levítico 16:11
6 Referencias Cruzadas  

“Estas son las instrucciones para que Aarón entre en el santuario. Debe venir con un toro joven para una ofrenda por el pecado y con un carnero para una ofrenda quemada.


Llevará a cabo la purificación del Lugar Santísimo, el Tabernáculo de Reunión y el altar, corrigiendo también a los sacerdotes y a todo el pueblo.


Aarón presentará el toro como su propia ofrenda por el pecado para hacerse a sí mismo y a su familia.


Entonces Moisés le dijo a Aarón: “Ve al altar y sacrifica tu ofrenda por el pecado y tu holocausto para que tú y el pueblo estén bien. Luego sacrifica las ofrendas traídas por el pueblo para enderezarlas, como el Señor lo ordenó”.


A diferencia de los sumos sacerdotes humanos, él no necesita ofrecer sacrificios diarios por sus pecados y los de las personas. Él lo hizo una vez, y por todos, cuando se dio a sí mismo como ofrenda.


Pero solo el sumo sacerdote entraba a la segunda sala, y solo una vez al año. Incluso en ese momento tenía que hacer un sacrificio que incluyera sangre, el cual era ofrecido por sí mismo y por los pecados que el pueblo hubiera cometido por ignorancia.


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