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Génesis 20:16 - Versión Biblia Libre

16 Y a Sara le dijo: “Ten en cuenta que le he dado a tu esposo mil piezas de plata. Esto es para compensar el mal que te hemos hecho ante los ojos de los que estaban contigo, y para que tu nombre quede limpio ante todos los demás”.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

16 Y a Sara dijo: He aquí he dado mil monedas de plata a tu hermano; mira que él te es como un velo para los ojos de todos los que están contigo, y para con todos; así fue vindicada.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

16 Y le dijo a Sara: —Mira, le entrego a tu “hermano” mil piezas de plata en presencia de todos estos testigos, para compensarte por cualquier daño que pudiera haberte causado. Esto resolverá todo reclamo contra mí, y tu reputación quedará limpia.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

16 Y a Sara le dijo: 'Le he dado a tu hermano mil monedas de plata, que serán para ti como un velo que tiendas ante los ojos de todos los que están contigo, y así nadie pensará mal de ti.

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La Biblia Textual 3a Edicion

16 Y dijo a Sara: Fíjate, doy a tu hermano mil piezas de plata. Mira, esto será para ti como un velo para los ojos° ante todos los que están contigo. Así ante todos quedas vindicada.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

16 Y a Sara le dijo: 'He entregado mil siclos de plata a tu hermano, lo que será para ti un velo sobre los ojos de los que están contigo, y así tú quedarás justificada plenamente'.

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Génesis 20:16
11 Referencias Cruzadas  

Entonces Abraham oró a Dios, y Dios sanó a Abimelec ya su esposa; y también sanó a sus esclavas, a fin de que nuevamente pudieran engendrar hijos.


¿Acaso no me dijo el mismo Abraham ‘ella es mi hermana,’ y acaso no dijo ella misma ‘él es mi hermano’? ¡Hice esto siendo inocente y mi conciencia está limpia!”


Y le preguntó al siervo: “¿Quién es ese que viene en camino a nuestro encuentro?” “Él es mi señor, Isaac”, respondió. Entonces ella se puso el velo para cubrirse.


Abimelec emitió una orden a todo el pueblo, advirtiéndoles: “Cualquiera que toque a este hombre o a su esposa, será ejecutado”.


Si amas el conocimiento, amarás la disciplina. ¡Todo el que aborrece la corrección es un necio!


La crítica constructiva de los sabios a quien escucha el consejo, es como un anillo de oro y un collar de oro fino.


La crítica abierta es mejor que el amor que no se ve.


El capitán del barco se acercó a Jonás y le preguntó: “¿Cómo es que puedes estar durmiendo? Levántate y ora a tu Dios. Quizás así se dará cuenta de lo que pasa y no nos ahogaremos”.


“Yo corrijo y disciplino a los que amo. Así que sé sincero y arrepiéntete.


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