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2 Samuel 20:12 - Versión Biblia Libre

12 Pero Amasa estaba allí, tendido en su sangre en medio del camino principal. Cuando el hombre vio que todo el mundo se detenía a mirar, sacó el cuerpo del camino a un campo y arrojó un paño sobre él.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

12 Y Amasa yacía revolcándose en su sangre en mitad del camino; y todo el que pasaba, al verle, se detenía; y viendo aquel hombre que todo el pueblo se paraba, apartó a Amasa del camino al campo, y echó sobre él una vestidura.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

12 Pero como Amasa yacía bañado en su propia sangre en medio del camino, y el hombre de Joab vio que todos se detenían para verlo, lo arrastró fuera del camino hasta el campo y le echó un manto encima.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

12 Porque Amasa estaba en un charco de sangre en medio del camino y todos los hombres del ejército que llegaban allí se detenían. Al ver eso, el muchacho sacó el cuerpo de Amasa fuera del camino y lo tapó con un manto.

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La Biblia Textual 3a Edicion

12 Y Amasa yacía revolcándose en su sangre en medio del camino, y viendo aquel hombre que todo el pueblo se detenía, apartó a Amasa del camino y lo llevó al campo, y echó sobre él una túnica, porque veía que todo el que pasaba se detenía junto a él.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

12 Amasá, bañado en sangre, yacía en medio del camino. Cuando aquel hombre vio que toda la gente se paraba, lo retiró del camino hacia el campo y echó sobre él un vestido, pues había advertido que todos los que pasaban se detenían ante él.

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2 Samuel 20:12
7 Referencias Cruzadas  

Absalón había puesto a Amasa al frente del ejército para sustituir a Joab. Amasa era hijo de un hombre llamado Itra, el ismaelita que vivía con Abigail, la hija de Nahas y hermana de Servia, la madre de Joab.


Pero Asahel no dejaba de perseguirlo, así que Abner le clavó el mango de su lanza en el vientre. Salió por la espalda, y cayó muerto allí mismo. Todos los que pasaban se detenían en el lugar donde Asahel había caído muerto.


Uno de los hombres de Joab se puso al lado de Amasa y le gritó: “Si están del lado de Joab y de David, ¡vengan y siguan a Joab!”.


Una vez que el cuerpo de Amasa estuvo fuera del camino, todos los hombres siguieron a Joab en busca de Sabá.


Pero tú, Dios, derribarás a los asesinos y a los mentirosos, arrojándolos al pozo de la destrucción antes de que hayan vivido la mitad de sus vidas. Y yo, confiaré en ti.


El Señor se ha hecho conocer por su justicia; los malvados quedan atrapados en sus propios caminos. Higaion. Selah.


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