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1 Samuel 31:9 - Versión Biblia Libre

9 Le cortaron la cabeza a Saúl, lo despojaron de su armadura y enviaron mensajeros por todo el país de los filisteos para que anunciaran la noticia en los templos de sus ídolos y a su pueblo.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

9 Y le cortaron la cabeza, y le despojaron de las armas; y enviaron mensajeros por toda la tierra de los filisteos, para que llevaran las buenas nuevas al templo de sus ídolos y al pueblo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

9 Entonces le cortaron la cabeza a Saúl y le quitaron su armadura. Luego proclamaron las buenas noticias de la muerte de Saúl en su templo pagano y a la gente en toda la tierra de Filistea.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

9 Le cortaron la cabeza y le quitaron sus armas, y después mandaron que se publicara la noticia en todo el país de los filisteos, en los templos de sus ídolos y entre el pueblo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

9 Y le cortaron su cabeza y lo despojaron de sus armas, y enviaron a proclamar la noticia por toda la tierra de los filisteos, en el templo de sus ídolos y entre el pueblo.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 Le cortaron la cabeza, lo despojaron de sus armas y mandaron publicar la noticia por todo el país de los filisteos, en los templos de sus ídolos y entre el pueblo.

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1 Samuel 31:9
7 Referencias Cruzadas  

No lo anuncies en la ciudad de Gat, no lo proclames en las calles de Ascalón, para que las mujeres filisteas no se alegren, para que las mujeres paganas no lo celebren.


Entonces David corrió y se paró sobre el filisteo. Tomó la espada del filisteo y la sacó de su vaina. Lo mató y luego le cortó la cabeza con la espada. Cuando los filisteos vieron que su campeón estaba muerto, dieron la vuelta y huyeron.


David tomó la cabeza del filisteo y la llevó a Jerusalén, pero puso las armas del filisteo en su propia tienda.


Entonces Saúl le dijo a su escudero: “Toma tu espada y mátame, o estos hombres paganos vendrán a matarme y a torturarme”. Pero el escudero no quiso hacerlo porque tenía demasiado miedo. Entonces Saúl tomó su propia espada y cayó sobre ella.


Al día siguiente, cuando los filisteos fueron a despojar a los muertos, encontraron a Saúl y a sus tres hijos tendidos en el monte Gilboa.


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