Hechos 8:39 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

³⁹ Cuando subieron del agua, el Espíritu del Señor se llevó de repente a Felipe. El oficial etíope no volvió a verlo, pero siguió alegre su camino.

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

³⁹ Cuando subieron del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe; y el eunuco no le vio más, y siguió gozoso su camino.

Biblia Nueva Traducción Viviente

³⁹ Cuando salieron del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe. El eunuco nunca más volvió a verlo, pero siguió su camino con mucha alegría.

Biblia Católica (Latinoamericana)

³⁹ Apenas salieron del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe y el etíope no volvió a verlo. Prosiguió, pues, su camino con el corazón lleno de gozo.

La Biblia Textual 3a Edicion

³⁹ Y cuando subieron del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe, y el eunuco no lo vio más, pero prosiguió gozoso su camino.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

³⁹ Apenas salieron del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe y no volvió a verlo el eunuco, que siguió su camino lleno de alegría.

Hechos 8:39 Referencias Cruzadas

Mateo 13:44

»El reino de los cielos es como un tesoro escondido en un campo. Cuando un hombre lo descubrió, lo volvió a esconder y, lleno de alegría, fue y vendió todo lo que tenía y compró ese campo.

Mateo 3:16

Tan pronto como Jesús fue bautizado, salió del agua. En ese momento se abrió el cielo, y vio al Espíritu de Dios bajar como una paloma y posarse sobre él.

Marcos 1:10

En seguida, al salir del agua, Jesús vio que el cielo se abría y que el Espíritu bajaba sobre él como una paloma.

Hechos 13:52

Y los discípulos quedaron llenos de alegría y del Espíritu Santo.

Hechos 16:34

El carcelero los llevó a su casa y les sirvió comida. Él y toda su familia estaban muy felices, porque habían creído en Dios.

Hechos 8:29

El Espíritu le dijo a Felipe: «Acércate y júntate a ese carro».

Hechos 8:38

Entonces mandó parar el carro, y ambos bajaron al agua, y Felipe lo bautizó.

Hechos 8:8

Y aquella ciudad se llenó de alegría.

Romanos 5:2

También por medio de la fe en él, Jesucristo nos acerca al amor de Dios. Y ese amor es firme. Así que nos gozamos, porque tenemos la esperanza de compartir la gloria de Dios.

Filipenses 3:3

Si la circuncisión es la marca del pueblo de Dios, nosotros somos entonces el verdadero pueblo. Y lo somos porque por medio del Espíritu adoramos a Dios, y nos sentimos orgullosos de pertenecer a Cristo Jesús. No creemos que podamos ser salvos por medio del esfuerzo humano.

Filipenses 4:4

Alégrense siempre por tener parte con el Señor. Insisto: ¡Alégrense!

Santiago 4:16

Pero ahora se alegran de hablar con orgullo. Todo ese orgullo es malo.