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Colosenses 2:5 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

5 Aunque estoy físicamente ausente, los acompaño en espíritu, y me alegro al ver que todo lo hacen con orden y que su fe en Cristo es firme.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

5 Porque aunque estoy ausente en cuerpo, no obstante en espíritu estoy con vosotros, gozándome y mirando vuestro buen orden y la firmeza de vuestra fe en Cristo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

5 Pues, si bien estoy lejos, mi corazón está con ustedes. Y me alegro de que viven como deben hacerlo y de que su fe en Cristo se mantiene firme.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

5 Aunque estoy corporalmente lejos, mi espíritu está con ustedes, y me alegro al ver el equilibrio y la solidez de su fe en Cristo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

5 pues aunque estoy ausente en el cuerpo, no obstante en el espíritu estoy con vosotros, regocijándome y viendo vuestro buen orden, y la firmeza de vuestra fe en el Mesías.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

5 Pues aunque estoy ausente en el cuerpo, en espíritu estoy presente entre vosotros y me alegra ver vuestra disciplina y la solidez de vuestra fe en Cristo.

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Colosenses 2:5
19 Referencias Cruzadas  

Se mantenían firmes en la enseñanza de los apóstoles, en la comunión, en el partimiento del pan y en la oración.


A judíos y a griegos les he dicho que se arrepientan ante Dios y que crean en nuestro Señor Jesús.


Si alguno tiene hambre, que coma en su casa, para que las reuniones de ustedes no hagan enojar a Dios y los castigue. En cuanto a los demás asuntos, ya les diré qué hacer cuando los visite.


Pero todo debe hacerse de una manera apropiada y con orden.


Por lo tanto, mis queridos hermanos en la fe, sigan confiando en el Señor, cada vez con más fuerza. Sigan trabajando para el Señor cada vez más y más, recordando que su trabajo para él tiene un gran valor.


Manténganse alerta; permanezcan firmes en la fe; sean valientes y fuertes.


Quiero que sepan de la gran lucha que sostengo por el bien de ustedes y de los que están en Laodicea, y de tantos que no me conocen personalmente.


Nosotros, hermanos en la fe, luego de estar lejos de ustedes por algún tiempo, hemos hecho todo lo posible por ir a verlos. Lo hemos deseado de todo corazón, aunque los hemos acompañado de manera espiritual.


Saber que su fe en el Señor es firme nos ha llenado de nuevas fuerzas.


Hemos llegado a tener parte con Cristo, con tal que retengamos firme hasta el fin la confianza que tuvimos al principio.


Confiamos en esa promesa como si fuera la firme y segura ancla de un barco. Así como el ancla mantiene al barco en un solo lugar, nosotros no abandonaremos nuestra fe. Es una fe que penetra hasta detrás de la cortina del lugar más santo del templo.


Resistan sus ataques, nunca dejen de confiar en Cristo. Sepan que sus hermanos en la fe en todo el mundo están soportando la misma clase de sufrimientos.


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