1 Tesalonicenses 3:4 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

⁴ pues cuando estábamos con ustedes les advertimos que íbamos a sufrir. Y así sucedió.

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

⁴ Porque también estando con vosotros, os predecíamos que íbamos a pasar tribulaciones, como ha acontecido y sabéis.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁴ Aun cuando estábamos con ustedes, les advertimos que las dificultades pronto llegarían, y así sucedió, como bien saben.

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁴ Cuando estábamos con ustedes ya se lo decíamos: tendremos que enfrentar la persecución. Y sucedió, como bien saben.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁴ Porque cuando aún estábamos con vosotros, os predecíamos que íbamos a padecer tribulaciones, como ha acontecido° y lo sabéis.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁴ Ya cuando estábamos entre vosotros os dijimos a tiempo que tendríamos que enfrentarnos con tribulaciones, como así ha pasado y bien lo sabéis.

1 Tesalonicenses 3:4 Referencias Cruzadas

Mateo 24:25

Fíjense que se lo he dicho a ustedes de antemano.

Hechos 17:1

Atravesando Anfípolis y Apolonia, Pablo y Silas llegaron a Tesalónica, donde había una sinagoga de los judíos.

Hechos 17:13

Los judíos de Tesalónica se enteraron de que Pablo también estaba en Berea predicando el mensaje de Dios. Así que fueron allá para armar escándalo y alborotar a la gente.

Hechos 20:24

Sin embargo, considero que mi vida carece de valor para mí mismo. Lo que me importa es terminar la tarea que me dio el Señor Jesús. Quiero cumplir mi misión: anunciar el mensaje de la buena noticia del inmerecido amor de Dios.

1 Tesalonicenses 2:14

A ustedes, hermanos en la fe, les pasó lo mismo que a los hermanos de las iglesias de Dios en Judea. Estos hermanos, que creyeron en Cristo Jesús, sufrieron por causa de los judíos. Y ustedes sufrieron lo mismo por causa de sus compatriotas.

1 Tesalonicenses 2:2

Y saben también que, a pesar de los sufrimientos y los insultos que antes recibimos en Filipos, nuestra confianza en nuestro Dios creció. Por eso nos atrevimos a comunicarles la buena noticia en medio de una gran lucha.

2 Tesalonicenses 2:5

Recuerden que ya les había hablado de esto cuando estuve con ustedes.

2 Tesalonicenses 3:10

Pues, incluso cuando estábamos con ustedes, les ordenamos: «El que no quiera trabajar, que tampoco coma».