1 Tesalonicenses 1:8 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

⁸ Ustedes comenzaron a anunciar el mensaje del Señor no solo en Macedonia y en Acaya, sino en todo lugar. La fe que ustedes tienen en Dios es tan conocida en esos lugares que ya no es necesario que nosotros digamos nada.

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

⁸ Porque partiendo de vosotros ha sido divulgada la palabra del Señor, no solo en Macedonia y Acaya, sino que también en todo lugar vuestra fe en Dios se ha extendido, de modo que nosotros no tenemos necesidad de hablar nada;

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁸ Y ahora, la palabra del Señor está siendo anunciada, partiendo de ustedes a gente de todas partes, aun más allá de Macedonia y Acaya, pues adondequiera que vamos, encontramos personas que nos hablan de la fe que ustedes tienen en Dios. No hace falta que se la mencionemos,

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁸ De hecho, a partir de ustedes la palabra del Señor se difundió en Macedonia y Acaya, y más allá aún. Su fe en Dios se comenta en tantos lugares que no necesitamos decir más al respecto.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁸ Porque desde vosotros ha resonado la palabra del Señor no sólo en Macedonia y Acaya, sino en todo lugar vuestra fe para con° Dios se ha divulgado, de modo que no tuvimos necesidad de decir nada.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁸ A partir de vosotros, la palabra del Señor no ha resonado sólo en Macedonia y en Acaya, sino que en todas partes se ha difundido la noticia de vuestra fe en Dios, hasta el punto de no tener nosotros necesidad de explicar nada;

1 Tesalonicenses 1:8 Referencias Cruzadas

Hechos 18:12

Cuando Galión era gobernador de Acaya, los judíos se pusieron de acuerdo para atacar a Pablo y llevarlo al tribunal.

Romanos 1:8

En primer lugar, por medio de Jesucristo doy gracias a mi Dios por todos ustedes. Doy gracias porque en el mundo entero se habla bien de la fe que ustedes tienen en Jesús.

Romanos 15:26

A los creyentes de Macedonia y Acaya les pareció bien hacer una colecta para los creyentes pobres de Jerusalén.

Romanos 16:19

Es cierto que ustedes viven en obediencia, y la gente lo sabe bien. Eso me alegra mucho, pero quiero que usen su inteligencia haciendo el bien, nunca el mal.

1 Corintios 14:36

¿Acaso el mensaje de Dios salió de ustedes? ¿O son ustedes los únicos que lo han recibido?

2 Corintios 2:14

Doy gracias a Dios, porque por medio de Cristo siempre nos da la victoria. Él hace que nuestro mensaje se vaya conociendo por todas partes como si fuera un aroma agradable.

2 Corintios 3:4

Esta es la confianza que delante de Dios tenemos por medio de Cristo.

Colosenses 3:16

Que toda la riqueza de las enseñanzas de Cristo los guíe siempre. Si tienen que enseñar o dar un consejo, háganlo con toda sabiduría. Canten salmos, himnos y canciones espirituales para que den gracias a Dios de todo corazón.

2 Tesalonicenses 1:4

Así que nos sentimos orgullosos de ustedes ante las iglesias de Dios. Pues ustedes continúan confiando en Dios a pesar de soportar toda clase de persecuciones y sufrimientos.

2 Tesalonicenses 3:1

Por último, hermanos en la fe, oren por nosotros para que el mensaje del Señor se escuche pronto en todo lugar. Oren para que sea recibido con respeto y aprecio, tal como sucedió entre ustedes.

1 Timoteo 2:8

Quiero, pues, que en todas partes los hombres oren, levantando las manos al cielo con un corazón sincero, sin enojos ni peleas.

2 Timoteo 2:9

por la que sufro en gran manera, hasta el punto de llevar cadenas como un criminal. Pero la palabra de Dios no está encadenada.

3 Juan 1:12

En cuanto a Demetrio, todos hablan muy bien de él, y hemos comprobado que esto es verdad. También nosotros pensamos bien de él, y bien sabes que no mentimos.

Apocalipsis 14:6

Luego vi a otro ángel que volaba en medio del cielo. Llevaba el mensaje de la buena noticia, que anunciaba salvación eterna a los que viven en la tierra; es decir, para la gente de toda nación, tribu, idioma y pueblo.

Apocalipsis 22:17

El Espíritu y la esposa del Cordero dicen: «¡Ven!». El que escuche diga: «¡Ven!». El que tenga sed, venga. Y el que quiera, tome gratuitamente del agua de la vida.