Biblia Todo Logo
La Biblia Online
- Anuncios -





Jeremías 4:26 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

26 Miré y la tierra fértil era un desierto; estaban en ruinas todas las ciudades, por la acción del Señor, por causa de su ardiente ira.

Ver Capítulo Copiar


Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

26 Miré, y he aquí el campo fértil era un desierto, y todas sus ciudades eran asoladas delante de Jehová, delante del ardor de su ira.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Nueva Traducción Viviente

26 Miré y los terrenos fértiles se habían convertido en desiertos; las ciudades estaban en ruinas, destruidas por la ira feroz del Señor.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Católica (Latinoamericana)

26 Miré los campos floridos, pero estaban secos, y todas las ciudades habían sido destruidas por Yavé y por el ardor de su cólera.

Ver Capítulo Copiar

La Biblia Textual 3a Edicion

26 Miré, y he aquí la tierra fértil era un desierto, Y todas sus ciudades destruidas ante la presencia de YHVH, Y ante el ardor de su ira.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Serafín de Ausejo 1975

26 Miré, y ¡ay! el vergel era un desierto, y todas sus ciudades estaban derruidas ante la presencia de Yahveh, ante su ira furibunda.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

26 Miré, y he aquí la tierra fértil era un desierto, y todas sus ciudades estaban asoladas a la presencia de Jehová, delante del furor de su ira.

Ver Capítulo Copiar




Jeremías 4:26
15 Referencias Cruzadas  

los fértiles terrenos en tierra salitrosa, por la maldad de sus habitantes.


Tú, y solo tú, eres de temer. ¿Quién puede hacerte frente cuando se enciende tu enojo?


Sembraron trigo y cosecharon espinos; ¡de nada valió su esfuerzo! Por causa de la ardiente ira del Señor se avergonzarán de sus cosechas».


¿Hasta cuándo estará seca la tierra, y marchita la hierba de todos los campos? Los animales y las aves se mueren por la maldad de los que habitan el país, quienes se atreven a decir: «Dios no verá nuestro fin».


Todo este país quedará reducido a horror y ruina; estas naciones servirán al rey de Babilonia durante setenta años”.


Haré que en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén se apaguen los gritos de alegría, las voces de júbilo y los cánticos del novio y de la novia, porque esta tierra quedará desolada.


Lloraré y gemiré por los montes, me lamentaré por los prados del desierto, porque están desolados: ya nadie los transita ni se escuchan los mugidos del ganado. Desde las aves del cielo hasta los animales del campo, todos han huido.


El Señor ha rechazado su altar; ha abandonado su santuario. Ha puesto en manos del enemigo las murallas de sus palacios. ¡Lanzan gritos en la casa del Señor como en día de fiesta!


convertiré en ruinas sus ciudades y asolaré sus santuarios. No me complaceré más en el aroma de sus ofrendas, que me era grato.


Por lo tanto, por culpa de ustedes Sión será como un campo arado; Jerusalén quedará en ruinas y el monte del Templo se volverá un matorral.


No los podrán librar ni su plata ni su oro en el día de la ira del Señor. »En el fuego de su celo será toda la tierra consumida; en un instante reducirá a la nada a todos los habitantes de la tierra».


Síguenos en:

Anuncios


Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos