Biblia Todo Logo
La Biblia Online
- Anuncios -





Jeremías 2:19 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

19 Tu maldad te castigará, tu infidelidad te recriminará. Ponte a pensar cuán malo y amargo es abandonar al Señor tu Dios y no sentir temor de mí», afirma el Señor, el Señor de los Ejércitos.

Ver Capítulo Copiar


Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

19 Tu maldad te castigará, y tus rebeldías te condenarán; sabe, pues, y ve cuán malo y amargo es el haber dejado tú a Jehová tu Dios, y faltar mi temor en ti, dice el Señor, Jehová de los ejércitos.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Nueva Traducción Viviente

19 Tu perversidad traerá su propio castigo. El haberte alejado de mí te avergonzará. Verás qué malo y amargo es abandonar al Señor tu Dios y no temerle. ¡Yo, el Señor, el Señor de los Ejércitos Celestiales, he hablado!

Ver Capítulo Copiar

Biblia Católica (Latinoamericana)

19 Tus mismas faltas te castigan y tus infidelidades te condenan. Reconoce y comprueba cuán malo y amargo resulta abandonar a Yavé, tu Dios, y dejar de temerme a mí, palabra de Yavé Sabaot.

Ver Capítulo Copiar

La Biblia Textual 3a Edicion

19 ¡Repréndate tu maldad! ¡Condénente tus apostasías! Considera y reconoce cuán malo y amargo Es haber abandonado a YHVH tu Dios, Y no tener temor de mí, Dice Adonay YHVH Sebaot.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Serafín de Ausejo 1975

19 Tu propia maldad te castiga, tus apostasías te escarmientan. Reconoce y advierte que es malo y amargo el haber dejado a Yahveh, tu Dios, y que en ti no se halle mi temor -oráculo del Señor Yahveh Sebaot-.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

19 Tu maldad te castigará, y tus rebeldías te condenarán; sabe, pues, y ve cuán malo y amargo es el haber dejado tú a Jehová tu Dios, y faltar mi temor en ti, dice el Señor, Jehová de los ejércitos.

Ver Capítulo Copiar




Jeremías 2:19
40 Referencias Cruzadas  

—No soy yo quien le está creando problemas a Israel —respondió Elías—. Quienes se los crean son tú y tu familia, porque han abandonado los mandamientos del Señor y se han ido tras los baales.


Entonces el profeta Semaías se presentó ante Roboán y los líderes de Judá que por miedo a Sisac se habían reunido en Jerusalén y les dijo: —Así dice el Señor: “Como ustedes me abandonaron, ahora yo también los abandono, para que caigan en manos de Sisac”.


Desde entonces Edom ha estado en rebelión contra Judá, al igual que la ciudad de Libná, que en ese mismo tiempo se sublevó. Esto sucedió porque Jorán abandonó al Señor, Dios de sus antepasados.


El rey interrumpió al profeta y le respondió: —¿Y quién te ha nombrado consejero del rey? Si no quieres que te maten, ¡no sigas fastidiándome! El profeta se limitó a añadir: —Solo sé que, por haber hecho esto y por no seguir mi consejo, Dios ha resuelto destruirte.


El pecado habla al malvado en lo profundo de su corazón. No hay temor de Dios delante de sus ojos.


Por eso, a partir del monte Horeb los israelitas no volvieron a ponerse joyas.


cosecharán el fruto de su conducta, se hartarán con sus propias intrigas;


su desobediencia e inexperiencia los destruirán, su complacencia y necedad los aniquilarán.


Al malvado lo atrapan sus malas obras; las cuerdas de su pecado lo aprisionan.


Su propio descaro los acusa y, como Sodoma, se jactan de su pecado; ¡ni siquiera lo disimulan! ¡Ay de ellos, porque causan su propia desgracia!


Voy a decirles lo que haré con mi viña: Le quitaré su cerco para que sirva de pasto; derribaré su muro para que sea pisoteada.


Así dice el Señor: «A la madre de ustedes, yo la repudié; ¿dónde está el acta de divorcio? ¿A cuál de mis acreedores los he vendido? Por causa de sus iniquidades, fueron ustedes vendidos; por las transgresiones de ustedes fue despedida su madre.


Yo dictaré sentencia contra mi pueblo por toda su maldad, porque me ha abandonado; ha quemado incienso a otros dioses y ha adorado las obras de sus manos.


Y si preguntas: «¿Por qué me pasa esto?», ¡por tus muchos pecados te han arrancado las faldas y han maltratado tu cuerpo!


¿No te ha pasado todo esto por haber abandonado al Señor tu Dios, mientras él te guiaba por el camino?


«¡Vuélvanse, apóstatas, y los curaré de su infidelidad!». «Aquí estamos, a ti venimos, porque tú eres el Señor nuestro Dios.


«Tu conducta y tus acciones te han causado todo esto. Este es tu castigo. ¡Qué amargo es! ¡Cómo te ha calado en el propio corazón!».


¿Acaso has dejado de temerme?», afirma el Señor. «¿No debieras temblar ante mí? Yo puse la arena como límite del mar, como frontera perpetua e infranqueable. Aunque se agiten sus olas, no podrán prevalecer; aunque bramen, no traspasarán esa frontera.


No reflexionan ni dicen: “Temamos al Señor nuestro Dios, quien a su debido tiempo nos da lluvia, las lluvias de otoño y primavera, y nos asegura las semanas señaladas para la cosecha”.


Por eso los herirá el león de la selva y los despedazará el lobo del desierto; frente a sus ciudades está el leopardo al acecho y todo el que salga de ellas será despedazado, pues son muchas sus rebeliones y numerosas sus infidelidades.


¿Pero es a mí al que ofenden? —afirma el Señor—, ¿No se ofenden a sí mismos para su propia vergüenza?


¿Por qué entonces este pueblo se ha desviado? ¿Por qué persiste Jerusalén en su apostasía? Se aferran al engaño y no quieren volver a mí.


son la causa de todo esto, porque te prostituiste con las naciones y te contaminaste con sus ídolos.


Los traté conforme a sus impurezas y rebeliones; escondí mi rostro de ellos.


Mi pueblo está decidido a rebelarse contra mí. Aunque me invocan como el Altísimo, no los exaltaré.


»Voy a destruirte, Israel, porque estás contra quien te ayuda.


Vuélvete, Israel, al Señor tu Dios. ¡Tu maldad te ha hecho caer!


Israel es tan terco como una novilla indómita. ¿Cómo podrá el Señor pastorearlos en campo abierto, como a corderos?


La arrogancia de Israel testificará en su contra; Israel y Efraín tropezarán con su maldad, también Judá caerá como ellos.


No consideran en sus corazones que yo recuerdo todas sus maldades. Sus malas acciones los tienen cercados, siempre las tengo presentes.


No te alegres, Israel; no hagas fiesta como las otras naciones, porque te has prostituido. ¡Le has sido infiel a tu Dios! Prefieres la paga de prostituta que recibes en todos los trigales.


Convertiré en luto sus fiestas religiosas y en cantos fúnebres todas sus canciones. Los vestiré de luto y afeitaré su cabeza. Será como si lloraran la muerte de un hijo único y terminarán el día en amargura.


Y todo esto por la transgresión de Jacob, por los pecados del pueblo de Israel. ¿Acaso no representa Samaria la transgresión de Jacob? ¿Y no es acaso en Jerusalén donde están los altares paganos de Judá?


»Pero ellos se negaron a hacer caso. Desafiantes, volvieron la espalda y se taparon los oídos.


«No hay temor de Dios delante de sus ojos».


Pero ustedes me han abandonado y han adorado a otros dioses; por lo tanto, no los volveré a salvar.


Síguenos en:

Anuncios


Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos