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Jeremías 12:6 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

6 Aun tus hermanos, los de tu propia familia, te han traicionado y gritan contra ti. Por más que te digan cosas agradables, no confíes en ellos.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

6 Porque aun tus hermanos y la casa de tu padre, aun ellos se levantaron contra ti, aun ellos dieron grito en pos de ti. No los creas cuando bien te hablen.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

6 Aun tus hermanos, miembros de tu propia familia, se han vuelto contra ti; conspiran y se quejan de ti. No confíes en ellos, no importa lo amables que sean sus palabras.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

6 Tus hermanos y parientes Tambien te van a traicionar; Te irán criticando a tus espaldas. No te fíes de ellos Cuando te digan hermosas palabras.

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La Biblia Textual 3a Edicion

6 °tus propios hermanos y la casa de tu padre, aun ellos te son desleales, aun ellos te calumnian a la espalda; no te fíes, aunque te digan buenas palabras.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 Sí; tus propios hermanos y la casa de tu padre, ellos mismos te son desleales; también ellos te critican a pleno pulmón. No te fíes de ellos, aunque te den buenas palabras.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

6 Porque aun tus hermanos y la casa de tu padre te han traicionado; sí, han convocado a una multitud en pos de ti; no les creas, aunque te hablen palabras agradables.

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Jeremías 12:6
25 Referencias Cruzadas  

Pero mis hermanos me traicionan como un torrente; como corrientes de arroyos que desaparecen:


No hacen sino mentirse unos a otros; sus labios son aduladores e hipócritas.


Corte el Señor todo labio lisonjero y toda lengua jactanciosa


Soy como un extraño para mis hermanos; soy un extranjero para los hijos de mi madre.


Acabarás vomitando lo que hayas comido y tus cumplidos no habrán servido de nada.


No le creas, aunque te hable con dulzura, porque su corazón está lleno de siete abominaciones.


Porque así me dice el Señor: «Como león que gruñe sobre la presa cuando contra él se reúne toda una cuadrilla de pastores; como cachorro de león que no se asusta por sus gritos ni se inquieta por su tumulto, así también el Señor de los Ejércitos descenderá para combatir sobre el monte Sión, sobre su cumbre.


Pero yo era como un manso cordero que es llevado al matadero; no sabía lo que estaban maquinando contra mí y que decían: «Destruyamos el árbol con su fruto, arranquémoslo de la tierra de los vivientes, para que nadie recuerde más su nombre».


«Por eso, así dice el Señor en contra de los hombres de Anatot, que buscan quitarte la vida y afirman: “¡No profetices en nombre del Señor, si no quieres morir a manos nuestras!”.


Escucho a muchos decir con sorna: «¡Hay terror por todas partes!». Y hasta agregan: «¡Denúncienlo! ¡Vamos a denunciarlo!». Aun mis mejores amigos esperan que tropiece. También dicen: «Quizá lo podamos seducir. Entonces lo venceremos y nos vengaremos de él».


¡Ojalá tuviera yo en el desierto una posada junto al camino! Abandonaría a mi pueblo y me alejaría de ellos. Porque todos ellos son adúlteros, son una banda de traidores.


«Tensan su lengua como un arco; en el país prevalece la mentira, no la verdad, porque van de mal en peor y a mí no me conocen», afirma el Señor.


«Cuídese cada uno de su amigo, no confíe ni siquiera en el hermano, porque todo hermano engaña y todo amigo calumnia.


Se engañan unos a otros; no se hablan con la verdad. Han enseñado a sus lenguas a mentir y pecan hasta el cansancio.


»El hermano entregará a la muerte al hermano, y el padre al hijo. Los hijos se rebelarán contra sus padres y harán que los maten.


Cayendo en cuenta de que la parábola iba dirigida contra ellos, buscaban la manera de arrestarlo. Pero temían a la multitud; así que lo dejaron y se fueron.


Lo cierto es que ni siquiera sus hermanos creían en él.


Entonces la multitud se amotinó contra Pablo y Silas. Luego los magistrados mandaron que arrancaran sus ropas y los azotaran.


Mientras Galión era gobernador de Acaya, los judíos a una atacaron a Pablo y lo llevaron al tribunal.


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