Biblia Todo Logo
La Biblia Online
- Anuncios -





Génesis 32:11 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

11 ¡Líbrame del poder de mi hermano Esaú, pues tengo miedo de que venga a matarme a mí y a las madres y a los niños!

Ver Capítulo Copiar


Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

11 Líbrame ahora de la mano de mi hermano, de la mano de Esaú, porque le temo; no venga acaso y me hiera la madre con los hijos.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Nueva Traducción Viviente

11 Oh Señor, te ruego que me rescates de la mano de mi hermano Esaú. Tengo miedo de que venga para atacarme a mí y también a mis esposas y a mis hijos.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Católica (Latinoamericana)

11 Yo no soy digno de todos los favores que me has hecho, ni de la gran bondad que has tenido conmigo. Porque al partir, cuando atravesé el Jordán, no tenía más que mi bastón. Pero ahora, al volver, tengo suficiente como para hacer dos campamentos.

Ver Capítulo Copiar

La Biblia Textual 3a Edicion

11 Líbrame, te ruego, de la mano de mi hermano, de la mano de Esaú, pues yo le temo, no sea que venga y me hiera tanto a la madre como a los hijos.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Serafín de Ausejo 1975

11 Muy lejos estoy de merecer todos los favores y toda la fidelidad que has dispensado a tu siervo. Sólo mi cayado tenía cuando vadeé este Jordán, y ahora poseo dos campamentos.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

11 Líbrame ahora de la mano de mi hermano, de la mano de Esaú, porque le temo; no venga quizá, y me hiera a mí, y a la madre con los hijos.

Ver Capítulo Copiar




Génesis 32:11
21 Referencias Cruzadas  

dijo: «Bendito sea el Señor, el Dios de mi amo Abraham, que no ha dejado de manifestarle su amor y fidelidad, y a mí me ha guiado a la casa de sus parientes».


A partir de ese momento, Esaú guardó un profundo rencor hacia su hermano por causa de la bendición que le había dado su padre y pensaba: «Ya falta poco para que hagamos duelo por mi padre; después de eso, mataré a mi hermano Jacob».


Cuando Rebeca se enteró de lo que planeaba Esaú, mandó llamar a Jacob y le dijo: —Mira, tu hermano Esaú está planeando matarte para vengarse de ti.


Luego Jacob envió mensajeros a su hermano Esaú, que estaba en la tierra de Seír, en la región de Edom.


Jacob sintió miedo y se angustió muchísimo. Por eso dividió en dos grupos a la gente que lo acompañaba, y lo mismo hizo con las ovejas, las vacas y los camellos,


Pero Esaú corrió a su encuentro y, echándole los brazos al cuello, lo abrazó y lo besó. Entonces los dos se pusieron a llorar.


Luego el rey David se presentó ante el Señor y dijo: «Señor y Dios, ¿quién soy yo y qué es mi familia para que me hayas hecho llegar tan lejos?


Líbrame de la opresión humana, y obedeceré tus preceptos.


Atiende a mi clamor, porque me siento muy débil; líbrame de mis perseguidores, porque son más fuertes que yo.


Protégeme, oh Dios, porque en ti busco refugio.


Protege mi vida, rescátame; no permitas que sea avergonzado, porque en ti busco refugio.


Inclina a mí tu oído y acude pronto a socorrerme. Sé tú mi roca de refugio, la fortaleza de mi salvación.


¡Júzgame, oh Dios! Defiende mi causa frente a esta nación impía; líbrame de gente mentirosa y malhechora.


Más resiste el hermano ofendido que una ciudad amurallada; los litigios son como cerrojos de una fortaleza.


Si se nos arroja al horno en llamas, el Dios al que servimos puede librarnos del horno y de las manos de Su Majestad.


Un estruendo de guerra se levantará contra su pueblo y todas sus fortalezas serán devastadas, como devastó Salmán a Bet Arbel en el día de la batalla, cuando las madres fueron destrozadas junto con sus hijos.


Y no nos dejes caer en tentación, sino líbranos del maligno”.


Si en el camino encuentras el nido de un ave en un árbol o en el suelo y a la madre echada sobre los polluelos o sobre los huevos, no te quedes con la madre y con la cría.


Por eso ustedes clamaron al Señor: “Hemos pecado al abandonar al Señor y adorar a los ídolos de Baal y a las imágenes de Astarté. Pero ahora, si nos libras del poder de nuestros enemigos, solo a ti te serviremos”.


¡Que sea el Señor quien juzgue y dicte la sentencia entre nosotros dos! ¡Que examine mi causa, y me defienda y me libre de usted!».


Síguenos en:

Anuncios


Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos