Éxodo 33:5 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

⁵ pues el Señor había dicho a Moisés: «Di a los israelitas que son un pueblo terco. Si aun por un momento tuviera que acompañarlos, podría destruirlos. Diles que se quiten esas joyas, que ya decidiré qué hacer con ellos».

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

⁵ Porque Jehová había dicho a Moisés: Di a los hijos de Israel: Vosotros sois pueblo de dura cerviz; en un momento subiré en medio de ti, y te consumiré. Quítate, pues, ahora tus atavíos, para que yo sepa lo que te he de hacer.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁵ Pues el Señor había dicho a Moisés que les dijera: «Ustedes son un pueblo terco y rebelde. Si yo los acompañara, aunque fuera un solo instante, los destruiría en el camino. Quítense las joyas y la ropa fina mientras decido qué hacer con ustedes».

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁵ Yavé dijo a Moisés: 'Di a los hijos de Israel: Ustedes son un pueblo rebelde; si estuviera en medio de ustedes, aunque fuera por un momento, los exterminaría. Ahora, quítense sus ropas de fiesta, y veré lo que puedo hacer con ustedes.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁵ Porque YHVH había dicho a Moisés que dijera a los hijos de Israel: Vosotros sois pueblo de dura cerviz. Si por un momento me presentara en medio de ti, te consumiría. Ahora pues, quita tus atavíos de sobre ti, para que Yo sepa lo que he de hacer contigo.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁵ Dijo Yahveh a Moisés: 'Di a los israelitas. Sois un pueblo de dura cerviz. Si yo subiera, aunque fuera por un momento, con vosotros, os exterminaría. Ahora, pues, quítate las galas de encima y ya sabré yo lo que debo hacer contigo'.

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

⁵ Pues Jehová dijo a Moisés: Di a los hijos de Israel: Vosotros sois pueblo de dura cerviz: en un momento subiré en medio de ti, y te consumiré; quítate, pues, ahora tus atavíos, para que yo sepa lo que te he de hacer.

Éxodo 33:5 Referencias Cruzadas

Génesis 18:21

Por eso bajaré a ver si realmente sus acciones son tan malas como el clamor contra ellas me lo indica; y si no, he de saberlo.

Génesis 22:12

—No pongas tu mano sobre el muchacho ni le hagas ningún daño —dijo el ángel—. Ahora sé que temes a Dios, porque ni siquiera te has negado a darme a tu único hijo.

Job 34:20

Mueren de pronto, en medio de la noche; la gente se estremece y muere; los poderosos son derrocados sin intervención humana.

Salmos 139:23

Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis ansiedades.

Salmos 73:19

¡En un instante serán destruidos, totalmente consumidos por el terror!

Éxodo 32:9

»Ya me he dado cuenta de que este es un pueblo terco —añadió el Señor, dirigiéndose a Moisés—.

Éxodo 33:6

Por eso, a partir del monte Horeb los israelitas no volvieron a ponerse joyas.

Isaías 22:12

En aquel día el Señor, el Señor de los Ejércitos, los llamó a llorar y a lamentarse, a raparse la cabeza y a usar ropa de luto.

Isaías 48:4

Porque yo sabía que eres muy obstinado; que tu cuello es un tendón de hierro y que tu frente es de bronce.

Lamentaciones 4:6

Más grande que los pecados de Sodoma es la iniquidad de mi pueblo; ¡fue derribada en un instante y nadie tendió la mano para ayudarla!

Joel 2:12

«Ahora bien», afirma el Señor, «vuélvanse a mí de todo corazón, con ayuno, llantos y lamentos».

Números 16:21

—Apártense de esta gente para que yo la consuma de una vez por todas.

Hechos 7:51

»¡Tercos, duros de corazón y torpes de oídos! Ustedes son iguales que sus antepasados: ¡Siempre resisten al Espíritu Santo!

Deuteronomio 8:2

Recuerda que durante cuarenta años el Señor tu Dios te llevó por todo el camino del desierto, para humillarte y ponerte a prueba. Así llegaría a conocer lo que había en tu corazón y vería si cumplirías o no sus mandamientos.