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Éxodo 10:28 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

28 sino que le gritó a Moisés: —¡Largo de aquí! ¡Y cuidado con volver a presentarte ante mí! El día que vuelvas a verme, puedes darte por muerto.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

28 Y le dijo Faraón: Retírate de mí; guárdate que no veas más mi rostro, porque en cualquier día que vieres mi rostro, morirás.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

28 —¡Lárgate de aquí! —le gritó el faraón a Moisés—. Te advierto: ¡jamás regreses a verme! El día que me veas la cara, ¡morirás!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

28 Faraón dijo a Moisés: 'Retírate de mi presencia y ya no vuelvas; si te presentas otra vez, será para morir.

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La Biblia Textual 3a Edicion

28 Y Faraón le dijo: ¡Retírate de mí! ¡Guárdate de no volver a ver mi rostro, porque el día que veas mi rostro, morirás!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

28 Dijo el Faraón a Moisés: 'Sal de mi presencia y guárdate de volver a ver mi rostro, pues el día que vuelvas a aparecer ante mí, morirás'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

28 Y le dijo Faraón: Retírate de mí: guárdate que no veas más mi rostro, porque en cualquier día que vieres mi rostro, morirás.

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Éxodo 10:28
6 Referencias Cruzadas  

Asá se enfureció contra el vidente por lo que este le dijo y lo mandó encarcelar. Al mismo tiempo, Asá oprimió también a una parte del pueblo.


El rey interrumpió al profeta y le respondió: —¿Y quién te ha nombrado consejero del rey? Si no quieres que te maten, ¡no sigas fastidiándome! El profeta se limitó a añadir: —Solo sé que, por haber hecho esto y por no seguir mi consejo, Dios ha resuelto destruirte.


¡Pero no será como ustedes quieren! Si lo que quieren es rendirle culto al Señor, ¡vayan solo ustedes los hombres! Y Moisés y Aarón fueron arrojados de la presencia del faraón.


el otro se llamaba Eliezer, porque dijo: «El Dios de mi padre me ayudó y me salvó de la espada del faraón».


No vuelvas a profetizar en Betel, porque este es el santuario del rey; es el templo del reino.


Por la fe salió de Egipto sin tenerle miedo a la ira del rey y se mantuvo firme, pues había visto a aquel que es invisible.


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