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Ester 8:14 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

14 Los mensajeros, siguiendo las órdenes del rey, salieron de prisa montando veloces corceles. El edicto se publicó también en la ciudad de Susa.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

14 Los correos, pues, montados en caballos veloces, salieron a toda prisa por la orden del rey; y el edicto fue dado en Susa capital del reino.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

14 Así que, impulsados por el mandato del rey, los mensajeros salieron a toda prisa sobre caballos rápidos, criados para el servicio del rey. Este mismo decreto también se proclamó en la fortaleza de Susa.

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La Biblia Textual 3a Edicion

14 Los correos, montados en corceles reales, partieron apresurados,° apremiados por la orden del rey, porque la ley había sido promulgada en Susa, la ciudadela.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

14 Los correos, montados en los rápidos caballos de las caballerizas reales, salieron a toda prisa y a toda velocidad en virtud del mandato del rey. La ley fue promulgada también en la ciudadela de Susa.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

14 Los correos, pues, cabalgando en mulos y camellos, salieron a toda prisa impulsados por el mandato del rey; y el decreto fue dado en Susán, capital del reino.

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Ester 8:14
13 Referencias Cruzadas  

Además, llevaban a los lugares indicados sus cuotas de cebada y de paja para los caballos de tiro y para el resto de la caballería.


Los mensajeros salieron por todo Israel y Judá con las cartas del rey y de sus oficiales, y de acuerdo con la orden del rey iban proclamando: «Israelitas, vuélvanse al Señor, Dios de Abraham, de Isaac y de Israel, para que él se vuelva al remanente de ustedes, que escapó del poder de los reyes de Asiria.


Estas son las palabras de Nehemías, hijo de Jacalías: En el mes de quisleu del año veinte, estando yo en la ciudad de Susa,


estableció su trono real en la ciudad de Susa.


Que nombre el rey para cada provincia de su reino delegados que reúnan a todas esas jóvenes hermosas en el harén de la ciudad de Susa. Que sean puestas bajo el cuidado de Jegay, el eunuco encargado de las mujeres del rey, y que se les dé un tratamiento de belleza.


Luego se enviaron los documentos por medio de los mensajeros a todas las provincias del rey con la orden de exterminar, matar y aniquilar a todos los judíos —jóvenes y ancianos, mujeres y niños— y saquear sus bienes en un solo día: el día trece del mes duodécimo, es decir, el mes de adar.


En cada provincia se debía emitir como ley una copia de la carta del edicto, el cual se comunicaría a todos los pueblos a fin de que estuvieran preparados para ese día.


Los mensajeros partieron de inmediato por orden del rey y a la vez se publicó el edicto en la ciudad de Susa. Luego el rey y Amán se sentaron a beber, mientras que en la ciudad de Susa reinaba la confusión.


En cada provincia se emitiría como ley una copia del texto del edicto y se daría a conocer a todos los pueblos. Así los judíos estarían preparados ese día para vengarse de sus enemigos.


Mardoqueo salió de la presencia del rey vistiendo ropas reales de color azul y blanco, una gran corona de oro y un manto de hilo de lino fino color púrpura. La ciudad de Susa estalló en gritos de alegría.


Y todo lo que te venga a la mano, hazlo con todo empeño; porque en los dominios de la muerte, adonde te diriges, no hay trabajo ni planes ni conocimiento ni sabiduría.


En ella me veía en la ciudad de Susa, en la provincia de Elam, junto al río Ulay.


David preguntó a Ajimélec: —¿No tienes a la mano una lanza o una espada? Tan urgente era el encargo del rey que no alcancé a tomar mi espada ni mis otras armas.


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