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Ester 7:6 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

6 —¡El adversario y enemigo es este miserable de Amán! —respondió Ester. Amán quedó aterrorizado ante el rey y la reina.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

6 Ester dijo: El enemigo y adversario es este malvado Amán. Entonces se turbó Amán delante del rey y de la reina.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

6 Ester contestó: —Este malvado Amán es nuestro adversario y nuestro enemigo. Amán se puso pálido de miedo delante del rey y de la reina.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

6 Ester respondió: '¡El adversario, el enemigo está aquí! ¡Es Amán, ese hombre malvado!» Amán quedó helado de espanto ante el rey y la reina.

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La Biblia Textual 3a Edicion

6 Ester dijo: ¡El adversario y enemigo es este malvado Amán! Y Amán quedó aterrorizado delante del rey y de la reina.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 Ester le respondió: 'El perseguidor y enemigo es este malvado Amán'. Y Amán quedó aterrado delante del rey y de la reina.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

6 Y Esther dijo: El enemigo y adversario es este malvado Amán. Entonces se turbó Amán delante del rey y de la reina.

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Ester 7:6
18 Referencias Cruzadas  

Cuando todos nuestros enemigos se enteraron de esto, las naciones vecinas se sintieron atemorizadas y humilladas, pues reconocieron que ese trabajo se había hecho con la ayuda de nuestro Dios.


Entonces el rey se quitó el anillo que llevaba su sello y se lo dio a Amán, hijo de Hamedata, descendiente de Agag y enemigo de los judíos.


El rey preguntó: —¿Y quién es ese que se ha atrevido a concebir semejante barbaridad? ¿Dónde está?


Ese mismo día el rey Asuero dio a la reina Ester las propiedades de Amán, el enemigo de los judíos. Mardoqueo se presentó ante el rey, porque Ester le había dicho cuál era su parentesco con ella.


Cuando los malvados avanzan contra mí para devorar mis carnes, cuando mis enemigos y adversarios me atacan, son ellos los que tropiezan y caen.


La ira del rey es presagio de muerte, pero el sabio sabe apaciguarla.


Si en alguna provincia ves que se oprime al pobre y que a la gente se le niega un juicio justo, no te asombres de tales cosas; porque a un alto oficial lo vigila otro más alto y, por encima de ellos, hay otros altos oficiales.


Se estremece mi corazón, me hace temblar el terror; el crepúsculo tan anhelado se me ha vuelto un espanto.


Dios juzgará a los de afuera. «Expulsen al malvado de entre ustedes».


Entonces se manifestará aquel malvado, a quien el Señor Jesús derrocará con el soplo de su boca y destruirá con el esplendor de su venida.


Como dice el antiguo refrán: “De los malos, la maldad”; por eso mi mano jamás se alzará contra usted.


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