Biblia Todo Logo
La Biblia Online
- Anuncios -





Eclesiastés 12:3 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

3 Un día temblarán los guardianes de la casa y los fuertes caminarán encorvados; se detendrán las que muelen por ser pocas, y verán borrosos los que miran por las ventanas.

Ver Capítulo Copiar


Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

3 cuando temblarán los guardas de la casa, y se encorvarán los hombres fuertes, y cesarán las muelas porque han disminuido, y se oscurecerán los que miran por las ventanas;

Ver Capítulo Copiar

Biblia Nueva Traducción Viviente

3 Acuérdate de él antes de que tus piernas —guardianas de tu casa— empiecen a temblar, y tus hombros —los guerreros fuertes— se encorven. Acuérdate de él antes de que tus dientes —esos pocos sirvientes que te quedan— dejen de moler, y tus pupilas —las que miran por las ventanas— ya no vean con claridad.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Católica (Latinoamericana)

3 Cuando tiemblen los guardias de la casa, y se encorven los porteros, cuando lo que queda de muelas deje de moler, y se queden ciegos los que miran detrás de las ventanas.

Ver Capítulo Copiar

La Biblia Textual 3a Edicion

3 El día en que tiemblen los guardianes de la casa,° Y se encorven los hombres fuertes,° Y cesen las que muelen,° porque han disminuido, Y se enturbien las que miran por las celosías.°

Ver Capítulo Copiar

Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 cuando tiemblan los guardianes de la casa, cuando los robustos se encorvan, cuando las mujeres dejen la molienda porque la luz se debilita y se entenebrece en las ventanas,

Ver Capítulo Copiar

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

3 cuando temblarán los guardas de la casa, y se encorvarán los hombres fuertes, y cesarán las muelas, porque han disminuido, y se oscurecerán los que miran por las ventanas;

Ver Capítulo Copiar




Eclesiastés 12:3
9 Referencias Cruzadas  

Isaac había llegado a viejo y se había debilitado su vista. Un día llamó a Esaú, su hijo mayor. —¡Hijo mío! —dijo. —Aquí estoy —contestó Esaú.


Israel ya era muy anciano y por su avanzada edad casi no podía ver; por eso José los acercó y su padre los besó y abrazó.


En el curso de mi vida acabó Dios con mis fuerzas; me redujo los días.


Me vestía yo de luto, como por un amigo o un hermano. Afligido, inclinaba la cabeza, como si llorara por mi madre.


Estoy agobiado, del todo abatido; todo el día ando afligido.


»Así dice el Señor de los Ejércitos: “Los ancianos y las ancianas volverán a sentarse en las calles de Jerusalén, cada uno con su bastón en la mano debido a su avanzada edad.


Elí ya se estaba quedando ciego. Un día, mientras él descansaba en su habitación,


Síguenos en:

Anuncios


Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos