Biblia Todo Logo
La Biblia Online
- Anuncios -





Cantares 8:2 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

2 Tomándote de la mano, te llevaría a la casa de mi madre para que fueran mi maestro. Te daría a beber vino con especias y el néctar de mis granadas.

Ver Capítulo Copiar


Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

2 Yo te llevaría, te metería en casa de mi madre; Tú me enseñarías, Y yo te haría beber vino Adobado del mosto de mis granadas.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Nueva Traducción Viviente

2 Te llevaría al hogar de mi infancia, y allí tú me enseñarías. Te daría a beber vino con especias, mi dulce vino de granada.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Católica (Latinoamericana)

2 Te llevaría a la casa de mi madre, a la habitación de la que me concibió. Te daría a beber vino fragante y un licor hecho de granada.

Ver Capítulo Copiar

La Biblia Textual 3a Edicion

2 Te guiaría, te metería en la casa de mi madre, Tú me enseñarías, Y yo te daría a beber vino aromatizado Con el mosto de mis granadas.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 Yo de guía, habría de llevarte a la casa de la madre y tú me enseñarías. Te daría a beber vino aromático y jugo de granadas.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

2 Yo te llevaría, te metería en la casa de mi madre, que me enseñaba; te daría a beber vino sazonado del mosto de mis granadas.

Ver Capítulo Copiar




Cantares 8:2
16 Referencias Cruzadas  

Preparó la carne, mezcló su vino y también tendió la mesa.


No bien los he dejado, cuando encuentro al amor de mi vida. Lo abrazo y, sin soltarlo, lo llevo a la casa de mi madre, a la alcoba donde ella me concibió.


¡Cuán delicioso es tu amor, hermana y novia mía! ¡Más agradable que el vino es tu amor, y más que toda especia la fragancia de tu perfume!


Vayamos temprano a los viñedos para ver si han retoñado las vides, si han abierto las flores, si ya florecen los granados. ¡Allí te brindaré mis caricias!


y como el buen vino tu boca! ¡Corra el vino hacia mi amado y le resbale por labios y dientes!


¡Ah, si fueras mi propio hermano, criado a los pechos de mi madre! Al encontrarte en la calle podría besarte y nadie me despreciaría.


Ustedes estudian con diligencia las Escrituras porque piensan que en ellas hallan la vida eterna. ¡Y son ellas las que dan testimonio en mi favor!


Pero la Jerusalén celestial es libre y esa es nuestra madre.


Desde tu niñez conoces las Sagradas Escrituras, que pueden darte la sabiduría necesaria para la salvación mediante la fe en Cristo Jesús.


Esto ha venido a confirmarnos la palabra de los profetas, a la cual ustedes hacen bien en prestar atención como a una lámpara que brilla en un lugar oscuro, hasta que amanezca el día y salga el lucero de la mañana en sus corazones.


Me postré a sus pies para adorarlo. Pero él me dijo: «¡No, cuidado! Soy un siervo como tú y como tus hermanos que se mantienen fieles al testimonio de Jesús. ¡Adora solo a Dios! El testimonio de Jesús es el espíritu que inspira la profecía».


Síguenos en:

Anuncios


Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos