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2 Samuel 19:24 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

24 También Mefiboset, el nieto de Saúl, salió a recibir al rey. No se había lavado los pies ni la ropa, ni se había recortado el bigote, desde el día en que el rey tuvo que irse hasta que regresó sano y salvo.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

24 También Mefi-boset hijo de Saúl descendió a recibir al rey; no había lavado sus pies, ni había cortado su barba, ni tampoco había lavado sus vestidos, desde el día en que el rey salió hasta el día en que volvió en paz.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

24 Ahora bien, Mefiboset, el nieto de Saúl, descendió de Jerusalén para encontrarse con el rey. No había cuidado sus pies, cortado su barba ni lavado su ropa desde el día en que el rey dejó Jerusalén.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

24 Y el rey le hizo a Simei este juramento: 'No morirás'.

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La Biblia Textual 3a Edicion

24 También Mefi-boset hijo de Saúl,° bajó para encontrarse con el rey; y no se había curado los pies, ni compuesto la barba,° ni había hecho lavar sus vestidos, desde el día en que el rey había salido hasta el día en que llegó en paz.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

24 Dijo luego el rey a Semeí: '¡No morirás!'. Y el rey se lo juró.

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2 Samuel 19:24
12 Referencias Cruzadas  

Entonces David se levantó del suelo y enseguida se bañó y se perfumó; luego se cambió de ropas y fue a la casa del Señor para adorar. Después regresó al palacio, pidió que le sirvieran alimentos y comió.


David, por su parte, subió al monte de los Olivos llorando, con la cabeza cubierta y los pies descalzos. También todos los que lo acompañaban se cubrieron la cabeza y subieron llorando.


Entonces el rey preguntó: —¿Dónde está el nieto de tu amo? —Se quedó en Jerusalén —respondió Siba—. Él se imagina que ahora la nación de Israel le va a devolver el reino de su abuelo.


—Tu servidor hará todo lo que mi señor el rey me ordene —respondió Siba. A partir de ese día Mefiboset se sentó a la mesa de David como uno más de los hijos del rey.


»También encárgate de Simí, hijo de Guerá, ese benjamita de Bajurín que me lanzó terribles maldiciones cuando me dirigía a Majanayin. Es cierto que, cuando fue al Jordán a recibirme, le juré por el Señor que no lo condenaría a muerte.


y el Señor dijo: —Ve y consagra al pueblo hoy y mañana. Diles que laven sus ropas


Acuden los de Dibón al templo, a sus altares paganos para llorar. Moab está gimiendo por Nebo y por Medeba. Rapadas están todas las cabezas y afeitadas todas las barbas.


llegaron de Siquén, Siló y Samaria ochenta hombres con la barba afeitada, la ropa rasgada y el cuerpo lleno de cortaduras que ellos mismos se habían hecho. Traían ofrendas de cereales e incienso para presentarlas en el Templo del Señor.


»Cuando ayunen, no pongan cara triste como hacen los hipócritas, que cambian sus rostros para mostrar que están ayunando. Les aseguro que estos ya han obtenido toda su recompensa.


Alégrense con los que están alegres; lloren con los que lloran.


Acuérdense de los presos, como si ustedes fueran sus compañeros de cárcel, y también de los que son maltratados, como si fueran ustedes mismos los que sufren.


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