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2 Corintios 10:5 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

5 Destruimos argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevamos cautivo todo pensamiento para que obedezca a Cristo.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

5 derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

5 Destruimos todo obstáculo de arrogancia que impide que la gente conozca a Dios. Capturamos los pensamientos rebeldes y enseñamos a las personas a obedecer a Cristo;

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Biblia Católica (Latinoamericana)

5 y esa soberbia que se oponen al conocimiento de Dios. Todo pensamiento tendrá que rendirse a nosotros y someterse a Cristo,

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La Biblia Textual 3a Edicion

5 destruyendo razonamientos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia del Mesías;

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

5 y toda altivez que se alza contra el conocimiento de Dios; apresamos todo pensamiento para someterlo a Cristo,

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

5 derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y trayendo cautivo todo pensamiento a la obediencia de Cristo;

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2 Corintios 10:5
48 Referencias Cruzadas  

Cuando el Señor percibió el grato aroma, se dijo a sí mismo: «Aunque la inclinación del corazón del ser humano es perversa desde su juventud, nunca más volveré a maldecir la tierra por culpa suya. Tampoco volveré a destruir a todos los seres vivientes, como acabo de hacerlo.


¿A quién has insultado? ¿Contra quién has blasfemado? ¿Contra quién has alzado la voz y levantado los ojos con orgullo? ¡Contra el Santo de Israel!


Porque has rugido contra mí y tu insolencia ha llegado a mis oídos, te pondré una argolla en la nariz y un freno en la boca. Además, por el mismo camino por donde viniste te haré regresar.


Por tanto, me retracto y me arrepiento en polvo y ceniza».


El malvado, con su nariz en alto, no busca a Dios. No hay lugar para él en sus pensamientos.


Sabes cuándo me siento y cuándo me levanto; aun a la distancia me lees el pensamiento.


Tú das la victoria a los humildes, pero humillas a los altivos.


Apenas me oyen, me obedecen; son extranjeros y me rinden homenaje.


—¿Y quién es el Señor —respondió el faraón—, para que yo le obedezca y deje ir a Israel? ¡Ni conozco al Señor ni voy a dejar que Israel se vaya!


El Señor aborrece los planes de los malvados, pero se complace en las palabras puras.


Las intrigas del necio son pecado y todos aborrecen a los insolentes.


La altivez de la humanidad será abatida y la arrogancia humana será humillada. En aquel día solo el Señor será exaltado


Que abandone el malvado su camino y el perverso sus pensamientos. Que se vuelva al Señor, a nuestro Dios, que es generoso para perdonar y de él recibirá compasión.


Sus pies corren hacia el mal; se apresuran a derramar sangre inocente. Sus pensamientos son perversos; dejan ruina y destrucción en sus caminos.


Ante ti vendrán a inclinarse los hijos de tus opresores; todos los que te desprecian se postrarán a tus pies, y te llamarán “Ciudad del Señor”, “Sión del Santo de Israel”.


«¿No es acaso mi palabra como fuego y como martillo que pulveriza la roca?», afirma el Señor.


Jerusalén, limpia de maldad tu corazón para que seas salvada. ¿Hasta cuándo hallarán lugar en ti los pensamientos perversos?


Y todos los árboles del campo sabrán que yo soy el Señor. Al árbol grande lo corto y al pequeño lo hago crecer. Al árbol verde lo seco y al seco, lo hago florecer. »”Yo, el Señor, lo he dicho y lo cumpliré”».


Por eso yo, Nabucodonosor, alabo, exalto y glorifico al Rey del cielo, porque siempre procede con rectitud y justicia; además, es capaz de humillar a los soberbios.


Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, la inmoralidad sexual, los robos, los falsos testimonios y las calumnias.


Hizo proezas con su brazo; desbarató las intrigas de los soberbios.


A pesar de haber conocido a Dios, no lo glorificaron como a Dios ni le dieron gracias, sino que se extraviaron en sus inútiles razonamientos y se les oscureció su insensato corazón.


Por medio de él y en honor a su nombre, recibimos la gracia y el llamado a ser apóstol para persuadir a todas las naciones que obedezcan a la fe.


pero que ahora ha sido revelado por medio de los escritos proféticos, según el propio mandato del Dios eterno, para que todas las naciones obedezcan a la fe,


pero me doy cuenta de que en los miembros de mi cuerpo hay otra ley, que es la ley del pecado. Esta ley lucha contra lo que considero bueno, y me tiene cautivo.


Pues está escrito: «Destruiré la sabiduría de los sabios; frustraré la inteligencia de los inteligentes».


Porque a los ojos de Dios la sabiduría de este mundo es locura. Como está escrito: «Él atrapa a los sabios en su propia astucia»;


Aguantan incluso a cualquiera que los esclaviza o los explota, o se aprovecha de ustedes, o se comporta con altanería, o los golpea.


En efecto, al recibir esta demostración de servicio, ellos alabarán a Dios por la obediencia con que ustedes acompañan la confesión del evangelio de Cristo y por su generosa solidaridad con ellos y con todos.


No des cabida en tu corazón a la perversa idea de que, por acercarse el año séptimo, año del perdón de las deudas, puedes hacer mala cara y no dar nada a tu compatriota necesitado. De lo contrario, él podrá apelar al Señor contra ti y tú resultarás culpable de pecado.


Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.


Este se opone y se levanta contra todo lo que lleva el nombre de dios o es objeto de adoración, hasta el punto de adueñarse del templo de Dios y pretender ser Dios.


Entonces se manifestará aquel malvado, a quien el Señor Jesús derrocará con el soplo de su boca y destruirá con el esplendor de su venida.


Sin duda, la palabra de Dios es viva, eficaz y más cortante que cualquier espada de dos filos. Penetra hasta lo más profundo del alma y del espíritu, hasta la médula de los huesos, y juzga los pensamientos y las intenciones del corazón.


Al ser así perfeccionado, llegó a ser autor de salvación eterna para todos los que le obedecen


según el conocimiento previo de Dios el Padre, mediante la obra santificadora del Espíritu, para obedecer a Jesucristo y ser rociados con su sangre: Que abunden en ustedes la gracia y la paz.


Ahora que se han purificado obedeciendo a la verdad y tienen un amor sincero por sus hermanos, ámense de todo corazón los unos a los otros.


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