Salmos 39:12 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual

¹² 12 (13) »Dios mío, oye mi oración, escucha mi queja, no desatiendas mi llanto. Para ti soy un peregrino; estoy de paso por esta vida, como mis antepasados.

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

¹² Oye mi oración, oh Jehová, y escucha mi clamor. No calles ante mis lágrimas; Porque forastero soy para ti, Y advenedizo, como todos mis padres.

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹² ¡Oh Señor, oye mi oración! ¡Escucha mis gritos de auxilio! No cierres los ojos ante mis lágrimas. Pues soy tu invitado, un viajero de paso, igual que mis antepasados.

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹² Señor, escucha mi plegaria, presta oído a mis clamores, no permanezcas sordo a mis lágrimas, pues en tu casa soy un forastero y, como mis padres, peregrino.

La Biblia Textual 3a Edicion

¹² Escucha mi oración, oh YHVH, Y presta oído a mi clamor; No guardes silencio ante mis lágrimas, Porque he llegado a ser un extraño para ti, Un forastero, como todos mis padres.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹² En pena de sus culpas castigas al humano, corroes, como la tiña, su belleza: el hombre es sólo un soplo. Selah

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

¹² Oye mi oración, oh Jehová, y escucha mi clamor: no calles ante mis lágrimas; porque peregrino soy para contigo, y advenedizo, como todos mis padres.

Salmos 39:12 Referencias Cruzadas

Génesis 47:9

Jacob le respondió: —Su Majestad, ya llevo ciento treinta años de andar de un lado a otro. Y aunque mi vida no ha sido fácil, todavía no he llegado a vivir lo que vivieron mis abuelos.

2 Samuel 16:12

Pero cuando Dios vea lo mucho que estoy sufriendo, tal vez me envíe bendiciones y no maldiciones».

2 Reyes 20:5

«Vuelve y dile al rey, que yo, el Dios de su antepasado David, escuché su oración y vi sus lágrimas. Dile que voy a sanarlo, y que le daré quince años más de vida. Dentro de tres días ya podrá venir a mi templo para adorarme. Además, por amor a mí mismo, y a David, quien me fue fiel en todo, salvaré a Ezequías y a Jerusalén del poder del rey de Asiria».

Job 13:28

»Todos nosotros, nos gastamos como zapatos, como vestidos que se come la polilla.

Job 16:20

Ante Dios lloro amargamente, porque mis amigos se burlan de mí.

Salmos 102:1

1-2 (2-3) Dios mío, escucha mi oración; atiende a mis ruegos. No tardes en responderme cuando te llame; no me des la espalda cuando me encuentre angustiado.

Salmos 116:3

La muerte me tenía atrapado; me dominaba el miedo de morir. ¡Sentí una angustia terrible!

Salmos 119:54

Poco tiempo estaré en este mundo, pero siempre diré que es buena tu enseñanza.

Salmos 56:8

8 (9) Anota en tu libro todas las veces que he huido; tú bien sabes las veces que he llorado.

Salmos 90:9

Si te enojas, termina nuestra vida; los años se nos escapan como se escapa un suspiro.

Levítico 25:23

»Nadie debe vender de manera definitiva su propiedad familiar. La tierra es mía. Ustedes solo son mis huéspedes y están de paso en ella.

2 Corintios 5:6

Por eso estamos siempre alegres. Sabemos que, mientras vivamos en este cuerpo, estaremos lejos del Señor.

Hebreos 11:13

Todas las personas que hemos mencionado murieron sin recibir las cosas que Dios les había prometido. Pero como ellos confiaban en Dios, las vieron desde lejos y se alegraron, pues sabían que en este mundo ellos estaban de paso, como los extranjeros.

Hebreos 5:7

Cuando Cristo estuvo aquí en el mundo, oró mucho a Dios, y con lágrimas le rogó que lo librara de la muerte, pues Dios tenía poder para hacerlo. Y como Cristo siempre fue obediente, Dios contestó su oración.

1 Pedro 1:17

Dios es un juez que no tiene favoritos, y será él quien decida si merecemos ser castigados o premiados, según lo que cada uno de nosotros haya hecho. Así que, si ustedes dicen que Dios es su Padre, deben honrarlo en este mundo todos los días de su vida.

1 Pedro 2:11

Amados hermanos en Cristo, les hablo como si ustedes fueran extranjeros y estuvieran de paso por este mundo. No hagan nada que obedezca a sus malos deseos, pues esos deseos los llevarán a la perdición.