¿Qué más podemos decir? ¿Seguiremos pecando para que Dios nos ame más todavía?
¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde?
Ahora bien, ¿deberíamos seguir pecando para que Dios nos muestre más y más su gracia maravillosa?
¿Qué conclusión sacaremos? ¿Continuaremos pecando para que la gracia venga más abundante? ¡Por supuesto que no!
¿Qué pues diremos? ¿Permanezcamos en el pecado para que la gracia abunde?
¿Qué diremos, pues? ¿Que permanezcamos en el pecado, para que la gracia se multiplique?