Llegan los problemas, se acaban los malvados; ¡solo el que es honrado permanece para siempre!
Como pasa el torbellino, así el malo no permanece; Mas el justo permanece para siempre.
Cuando lleguen las tormentas de la vida, arrasarán con los perversos; pero los justos tienen un cimiento eterno.
Pasada la tormenta, el malo ha desaparecido, pero el justo permanece para siempre.
Cual pasa el torbellino, desaparece el malo, Pero el justo permanece para siempre.
La tormenta, cuando pasa, derriba al malvado; pero el justo tiene cimientos eternos.