»Así les pasa a todos los que amontonan riquezas para sí mismos. Se creen muy ricos pero, en realidad, ante Dios son pobres.»
Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico para con Dios.
»Así es, el que almacena riquezas terrenales pero no es rico en su relación con Dios es un necio».
Esto vale para toda persona que amontona para sí misma, en vez de acumular para Dios.
Así es el que atesora para sí y no es rico para con Dios.
Así sucederá con aquel que atesora riquezas para sí, pero no se enriquece ante Dios'.