Job 31:30 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual

³⁰ jamás he cometido el pecado de pedir que le vaya mal;

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

³⁰ (Ni aun entregué al pecado mi lengua, Pidiendo maldición para su alma);

Biblia Nueva Traducción Viviente

³⁰ No, nunca he pecado por maldecir a nadie ni por pedir venganza.

Biblia Católica (Latinoamericana)

³⁰ No he permitido que mi lengua pecara deseándole la muerte como una maldición.

La Biblia Textual 3a Edicion

³⁰ ¡No!, ni tampoco di al pecado mi lengua,° Ni reclamé con una imprecación su vida.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

³⁰ No dejé que mi boca pecara pidiendo su vida con una maldición.

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

³⁰ (Ni aun permití que mi lengua pecase, pidiendo maldición para su alma);

Job 31:30 Referencias Cruzadas

Job 5:3

Algunos llegan a prosperar, pero su casa está maldita.

Salmos 7:4

4 (5) ¿Acaso le hice daño a mi amigo? ¿Acaso le quité algo a quien me maltrata sin razón?

Eclesiastés 5:2

2 (1) Ante Dios, piensa bien lo que vas a decir, pues Dios es más poderoso que tú.

Eclesiastés 5:6

6 (5) No cometas el error de hablar sin pensar. Tampoco te disculpes luego con el sacerdote, y digas que lo hiciste sin querer. No hay necesidad de que Dios se enoje contigo y destruya lo que tanto trabajo te ha costado, ¡y todo por hablar sin pensar!

Mateo 12:36

Les aseguro que en el día del juicio final todos tendrán que explicar por qué hablaron para hacerles daño a los demás.

Mateo 5:22

Pero ahora yo les aseguro que cualquiera que se enoje con otro tendrá que ir a juicio. Cualquiera que insulte a otro será llevado a los tribunales. Y el que maldiga a otro será echado en el fuego del infierno.

Romanos 12:14

No maldigan a sus perseguidores; más bien, pídanle a Dios que los bendiga.

Santiago 3:6

Las palabras que decimos con nuestra lengua son como el fuego. Nuestra lengua tiene mucho poder para hacer el mal. Puede echar a perder toda nuestra vida, y hacer que nos quememos en el infierno.

1 Pedro 3:9

Si alguien les hace algo malo, no hagan ustedes lo mismo; si alguien los insulta, no contesten con otro insulto. Al contrario, pídanle a Dios que bendiga a esas personas, pues él los eligió a ustedes para que reciban bendición.