»Jamás me he alegrado de ver la desgracia de mi enemigo;
Si me alegré en el quebrantamiento del que me aborrecía, Y me regocijé cuando le halló el mal
»¿Me he alegrado alguna vez cuando una calamidad ha herido a mis enemigos o me entusiasmé cuando les ha tocado sufrir?
¿Acaso me alegré de la mala suerte de mi enemigo y me sentí feliz por la desgracia que lo afectaba?
¿Acaso me alegré de la ruina del que me aborrecía, O salté de júbilo porque el mal lo había alcanzado?
No me gocé en la desgracia de mi enemigo ni celebré que el mal le alcanzara.