Cuando Pedro estuvo frente a la casa, Cornelio salió a recibirlo, y con mucho respeto se arrodilló ante él.
Cuando Pedro entró, salió Cornelio a recibirle, y postrándose a sus pies, adoró.
Cuando Pedro entró en la casa, Cornelio cayó a sus pies y lo adoró;
Cuando Pedro estaba para entrar, Cornelio le salió al encuentro, se arrodilló y se inclinó ante él.
Y cuando Pedro fue a entrar, Cornelio, al encontrarse con él, cayó° a sus pies adorándolo.
A la llegada de Pedro, Cornelio salió a su encuentro y se postró a sus pies.