Génesis 31:39 - Traducción en Lenguaje ActualGénesis 31:39Si alguna fiera mataba una oveja, yo te la pagaba; y si en el día o en la noche alguien se robaba un animal, tú me lo cobrabas. Ver CapítuloGénesis 31:39 - Reina Valera 1960Nunca te traje lo arrebatado por las fieras: yo pagaba el daño; lo hurtado así de día como de noche, a mí me lo cobrabas. Ver CapítuloGénesis 31:39 - Nueva Version InternacionalNunca te traje un animal despedazado por las fieras, ya que yo mismo me hacía cargo de esa pérdida. Además, lo que se robaban de día o de noche, tú me lo reclamabas. Ver CapítuloGénesis 31:39 - Nueva Versión Internacional 1999Nunca te traje un animal despedazado por las fieras, ya que yo mismo me hacía cargo de esa pérdida. Además, lo que se robaban de día o de noche, tú me lo reclamabas. Ver CapítuloGénesis 31:39 - Biblia de las AmericasNo te traía lo despedazado por las fieras; yo cargaba con la pérdida. Tú lo demandabas de mi mano, tanto lo robado de día como lo robado de noche. Ver CapítuloGénesis 31:39 - Dios habla hoynunca te traje los animales que las fieras mataban, sino que yo pagaba esa pérdida; si de día o de noche robaban ganado, tú me lo cobrabas. Ver CapítuloGénesis 31:39 - Kadosh Israelita MesiánicaSi uno de entre tu rebaño fue destruido por un animal salvaje, no traje el cadáver a ti sino que pagué la pérdida yo mismo. Tú demandaste que yo te compensara por cualquier animal robado, así de día como de noche. Ver CapítuloGénesis 31:39 - Nueva Traducción VivienteSi alguno de ellos era atacado por animales salvajes y moría, yo nunca te mostraba el cadáver ni te pedía que lo descontaras de tu rebaño. No, ¡yo mismo me hacía cargo de la pérdida! Tú me hacías pagar por cada animal robado, ya fuera a plena luz del día o en la oscuridad de la noche. Ver CapítuloGénesis 31:39 - La Biblia del Oso RV1569Nũca te truxe arrebatado, yo pagaua el daño: lo hurtado anſi de dia como de noche, de mi mano lo requerias. Ver CapítuloGénesis 31:39 - Reina Valera Antigua 1602Nunca te traje lo arrebatado por las fieras; yo pagaba el daño; lo hurtado así de día como de noche, de mi mano lo requerías. Ver Capítulo |
||