Mientras tanto, el mayordomo la miraba sin decir nada, pues quería saber si Dios le había ayudado a encontrar una esposa para Isaac.
Y el hombre estaba maravillado de ella, callando, para saber si Jehová había prosperado su viaje, o no.
El siervo la observaba en silencio mientras se preguntaba si el Señor le había dado éxito en la misión.
Entretanto el hombre la contemplaba en silencio, preguntándose si Yavé habría hecho que su viaje tuviera éxito o no.
El hombre, fijando la vista° en ella, callaba, para saber si YHVH había prosperado o no su camino.
El hombre la contemplaba en silencio, deseoso de saber si Yahveh había hecho prosperar o no su camino.