Yo creo que no hay que exagerar. ¡Ni tan bueno ni tan sabio que acabes en la ruina!
No seas demasiado justo, ni seas sabio con exceso; ¿por qué habrás de destruirte?
Así que, ¡no seas demasiado bueno ni demasiado sabio! ¿Para qué destruirte a ti mismo?
No seas justo en exceso, ni te hagas el sabio más de lo necesario: podrías demolerte.
No seas demasiado justo, ni presumas ser muy sabio; ¿para qué matarse?
No seas demasiado justo ni te muestres demasiado sabio. ¿Para qué atormentarte?