pero «más vale una hora de descanso que dos horas de trabajo», pues el mucho trabajo no sirve de nada.
Más vale un puño lleno con descanso, que ambos puños llenos con trabajo y aflicción de espíritu.
Sin embargo, «es mejor tener un puñado con tranquilidad que tener dos puñados con mucho esfuerzo y perseguir el viento».
Pero gozar del descanso cuando una mano está llena vale más que el tormento de llenar la otra mano.
Más vale un puñado de sosiego, que ambos puños llenos de trabajo y de correr tras el viento.
Más vale un puñado de reposo que dos de trabajo y atrapar viento.