Deuteronomio 30:2 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual

² Si ustedes y sus hijos se arrepienten, y de nuevo deciden obedecer a Dios con toda su mente y todo su ser, y cumplen las leyes que les he dado,

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

² y te convirtieres a Jehová tu Dios, y obedecieres a su voz conforme a todo lo que yo te mando hoy, tú y tus hijos, con todo tu corazón y con toda tu alma,

Biblia Nueva Traducción Viviente

² Si en aquel tiempo, tú y tus hijos regresan al Señor tu Dios, y si obedecen con todo el corazón y con toda el alma los mandatos que te entrego hoy,

Biblia Católica (Latinoamericana)

² Volverás a él, tú y tus hijos; escucharás su voz con todo tu corazón y con toda tu alma, obedeciendo todo lo que hoy te mando.

La Biblia Textual 3a Edicion

² y te vuelvas a YHVH tu Dios, y obedezcas su voz, conforme a todo lo que yo te mando hoy, tú y tus hijos, con todo tu corazón y con toda tu alma,

Biblia Serafín de Ausejo 1975

² y te conviertes a Yahveh, tu Dios y escuchas su voz en todo lo que yo te mando hoy, tú y tus hijos, con todo tu corazón y con toda tu alma,

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

² y te convirtieres a Jehová tu Dios, y obedecieres a su voz conforme a todo lo que yo te mando hoy, tú y tus hijos, con todo tu corazón y con toda tu alma,

Deuteronomio 30:2 Referencias Cruzadas

1 Crónicas 29:17

Yo sé, Dios mío, que tú te das cuenta de nuestras intenciones y que te gusta que seamos sinceros. Por eso me da una gran alegría saber que tu pueblo y yo te hemos presentado nuestras ofrendas, de buena voluntad y con toda sinceridad.

1 Crónicas 29:9

El rey David y todo el pueblo estaban muy contentos porque todos dieron con sinceridad.

Nehemías 1:9

Pero también dijiste que si nos arrepentíamos y obedecíamos tus mandamientos nos volverías a reunir. También dijiste que tú nos traerías de vuelta al sitio que has elegido para que te adoremos, aun cuando estuviéramos en los lugares más lejanos.

Salmos 119:80

Hazme entender tus enseñanzas, para que yo no pase vergüenza.

Salmos 41:12

12 (13) Tú siempre me sostendrás y me mantendrás en tu presencia, porque soy inocente.

Jeremías 29:13

Cuando ustedes me busquen, me encontrarán, siempre y cuando me busquen de todo corazón.

Jeremías 3:10

Para colmo de males, Judá quiso engañarme diciendo que se había arrepentido. Pero no era verdad. Yo les juro que así fue».

Jeremías 36:3

Tal vez los de Judá cambien su mala conducta cuando se enteren de los terribles castigos que pienso darles. Si lo hacen, yo les perdonaré sus horribles pecados».

Jeremías 4:14

»Pero yo responderé: “Jerusalén, todavía puedes salvarte. Solo tienes que quitarte de la mente todos esos malos pensamientos. ¿Hasta cuándo vas a dejar que esos pensamientos te dominen?”

Lamentaciones 3:32

Nos hace sufrir y nos aflige, pero no porque le guste hacerlo. Nos hiere, pero nos tiene compasión, porque su amor es muy grande.

Lamentaciones 3:40

Si pecamos contra Dios, y él no quiere perdonarnos, pensemos en qué lo hemos ofendido. Dirijamos al Dios del cielo nuestras oraciones más sinceras, y corrijamos nuestra conducta.

Oseas 3:5

Después de esto, se arrepentirán. Cuando llegue el tiempo del fin, volverán a obedecer a Dios y pedirán sus bendiciones, y también seguirán el ejemplo del rey David.

Zacarías 12:10

»Yo haré que los descendientes de David oren y se pongan muy tristes al mirar al que atravesaron con una lanza. También haré que lloren los habitantes de Jerusalén. Y será tan grande su tristeza que llorarán como si hubieran perdido a su único hijo.

2 Corintios 3:16

Sin embargo, esto llega a comprenderlo el que se arrepiente y pide perdón al Señor. ¡Es como si le quitaran el velo a su entendimiento!

Efesios 6:24

Y espero que Dios sea bueno con todos los que nunca dejan de amar a nuestro Señor Jesucristo.

Deuteronomio 13:3

3 (4) no le hagan caso. En realidad, Dios quiere ponerlos a prueba y ver si lo aman con todo lo que piensan y con todo lo que son.

Deuteronomio 6:5

Ama a tu Dios con todo lo que piensas, con todo lo que eres y con todo lo que vales.

1 Juan 1:9

Pero si reconocemos ante Dios que hemos pecado, podemos estar seguros de que él, que es justo, nos perdonará y nos limpiará de toda maldad.