2 Samuel 18:33 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual

³³ 33 (19.1) El rey David se puso muy triste y se fue a llorar al cuarto que estaba sobre la entrada de Mahanaim. Mientras iba subiendo, decía: «¡Absalón, hijo mío! ¡Absalón, hijo mío! ¡Cómo quisiera yo haber muerto en tu lugar!»

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

³³ Entonces el rey se turbó, y subió a la sala de la puerta, y lloró; y yendo, decía así: ¡Hijo mío Absalón, hijo mío, hijo mío Absalón! ¡Quién me diera que muriera yo en lugar de ti, Absalón, hijo mío, hijo mío!

Biblia Nueva Traducción Viviente

³³ Entonces el rey se sintió abrumado por la emoción. Subió a la habitación que estaba sobre la entrada y se echó a llorar. Y mientras subía, clamaba: «¡Oh, mi hijo Absalón! ¡Hijo mío, hijo mío Absalón! ¡Si tan solo yo hubiera muerto en tu lugar! ¡Oh Absalón, mi hijo, mi hijo!».

La Biblia Textual 3a Edicion

³³ Y el rey se conmovió profundamente, y subió al aposento superior que había sobre la puerta, y lloró; y en tanto que se iba, decía así: ¡Hijo mío, Absalón! ¡Hijo mío, hijo mío, Absalón! ¡Quién me diera haber muerto yo en tu lugar, oh Absalón, hijo mío, hijo mío!

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

³³ Entonces el rey se estremeció, y subió a la sala de la puerta, y lloró; y yendo, decía así: ¡Hijo mío Absalón, hijo mío, hijo mío Absalón! ¡Quién me diera que muriera yo en lugar de ti, Absalón, hijo mío, hijo mío!

2 Samuel 18:33 Referencias Cruzadas

Génesis 21:11

Esto no le agradó nada a Abraham, pues se trataba de un hijo suyo.

2 Samuel 14:1

Joab se dio cuenta de que el rey David extrañaba mucho a Absalón,

2 Samuel 19:1

1-2 (2-3) Alguien fue a decirle a Joab que el rey estaba muy triste, y que lloraba mucho por la muerte de Absalón. Cuando los soldados de David lo supieron, dejaron de celebrar la victoria y guardaron luto;

2 Samuel 19:4

4 (5) Mientras tanto, el rey David se cubría la cara, y a gritos lloraba diciendo: «¡Absalón, hijo mío! ¡Absalón, hijo mío!»

Salmos 103:13

Con quienes lo honran, Dios es tan tierno como un padre con sus hijos.

Éxodo 32:32

Yo te ruego que los perdones. Pero si no los perdonas, ¡bien puedes matarme a mí también!

Proverbios 10:1

Qué dicha es tener un hijo sabio; qué triste es tener un hijo tonto.

Proverbios 17:25

¡Cuánto enojo y cuánta amargura causa a sus padres el hijo necio!

Romanos 9:3

Sufro por los judíos, que son mi pueblo, y quisiera ayudarlos. Yo estaría dispuesto a caer bajo la maldición de Dios, y a quedar separado de Cristo, si eso los ayudara a estar cerca de Dios.

Santiago 5:17

Por ejemplo, el profeta Elías era en todo igual a todos nosotros; pero le pidió a Dios con mucha confianza que no lloviera, ¡y durante tres años y medio no llovió sobre la tierra!