2 Reyes 4:37 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual

³⁷ La mujer se acercó y se arrojó a los pies de Eliseo. Luego tomó a su hijo y salió de la habitación.

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

³⁷ Y así que ella entró, se echó a sus pies, y se inclinó a tierra; y después tomó a su hijo, y salió.

Biblia Nueva Traducción Viviente

³⁷ Ella cayó a los pies de Eliseo y se inclinó ante él llena de gratitud. Después tomó a su hijo en brazos y lo llevó abajo.

Biblia Católica (Latinoamericana)

³⁷ Ella se echó a sus pies y se postró en tierra, luego tomó a su hijo y salió.

La Biblia Textual 3a Edicion

³⁷ Ella entonces entró dentro y cayó a sus pies postrándose en tierra; después alzó a su hijo y salió.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

³⁷ Entró ella y, cayendo a sus pies, se postró en tierra. Luego tomó a su hijo y salió.

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

³⁷ Y así que ella entró, se echó a sus pies, y se inclinó a tierra; después tomó su hijo, y salió.

2 Reyes 4:37 Referencias Cruzadas

Génesis 48:12

José quitó a sus hijos de las rodillas de su padre, y se inclinó ante él.

1 Reyes 17:24

La mujer le contestó: —Ahora sé que de veras eres profeta de Dios, y que tus mensajes vienen de él.

2 Reyes 2:15

Cuando los profetas de la ciudad de Jericó vieron a Eliseo al otro lado del río, dijeron: «Ahora Eliseo es el sucesor de Elías». Entonces fueron a su encuentro, se inclinaron delante de él en señal de respeto,

2 Reyes 4:27

Pero cuando ella llegó a donde estaba Eliseo, se arrojó a sus pies. Guehazí entonces se acercó para apartarla, pero Eliseo le dijo: —¡Déjala! Ella está muy, pero muy triste, y Dios no me ha dicho qué sucede.

2 Reyes 4:36

Eliseo llamó a Guehazí y le dijo: «Llama de inmediato a la madre». El sirviente llamó a la madre, y cuando ella llegó a donde estaba Eliseo, este le dijo: «Aquí tienes a tu hijo».

Hebreos 11:35

Algunas mujeres confiaron en Dios, y por eso Dios hizo que sus familiares muertos volvieran a vivir. Algunos confiaron tanto en Dios que no quisieron que los dejaran en libertad. Al contrario, dejaron que los mataran, porque sabían que volverían a vivir y así estarían mucho mejor.