2 Crónicas 30:25 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual

²⁵ Todos estaban llenos de felicidad: la gente de Judá, los sacerdotes, sus ayudantes, la gente de Israel, y los extranjeros que venían del territorio de Israel y de Judá.

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

²⁵ Se alegró, pues, toda la congregación de Judá, como también los sacerdotes y levitas, y toda la multitud que había venido de Israel; asimismo los forasteros que habían venido de la tierra de Israel, y los que habitaban en Judá.

Biblia Nueva Traducción Viviente

²⁵ Toda la asamblea de Judá se alegró, incluidos los sacerdotes, los levitas, todos los que habían venido del territorio de Israel, los extranjeros que vinieron al festival y todos los que vivían en Judá.

Biblia Católica (Latinoamericana)

²⁵ Toda la asamblea de Judá, los sacerdotes y los levitas, y también toda la asamblea que había venido de Israel y los forasteros venidos de la tierra de Israel, lo mismo que los que vivían en Judá, estaban muy alegres.

La Biblia Textual 3a Edicion

²⁵ Y toda la asamblea de Judá se regocijó con los sacerdotes, los levitas, y todo el pueblo que había venido de Israel, tanto los peregrinos procedentes de la tierra de Israel como los residentes de Judá.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

²⁵ Tanto la asamblea entera de Judá como los sacerdotes y levitas y toda la multitud de los que habían venido de Israel, así como los forasteros llegados de la tierra de Israel y los que habitaban en Judá, se llenaron de alegría.

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

²⁵ Se alegró, pues, toda la congregación de Judá, como también los sacerdotes y los levitas, y toda la multitud que había venido de Israel; asimismo los extranjeros que habían venido de la tierra de Israel, y los que habitaban en Judá.

2 Crónicas 30:25 Referencias Cruzadas

2 Crónicas 30:11

aunque hubo algunos de las tribus de Aser, Manasés y Zabulón que se arrepintieron y fueron a Jerusalén.

2 Crónicas 30:18

Muchos de los que pertenecían a las tribus de Efraín, de Manasés, de Isacar y de Zabulón no se habían preparado para la Pascua, pero de todos modos participaron de la comida de la fiesta. Entonces Ezequías le pidió a Dios que los perdonara. Le dijo: «Dios, tú eres bueno, y por eso te pido que perdones a todos estos,

Salmos 92:4

4-5 (5-6) Dios mío, quiero gritar de alegría por todo lo que has hecho; todo lo que haces es impresionante y me llena de felicidad. Tus pensamientos son tan profundos