Saúl no dijo nada ese día porque pensó: «Tal vez David no vino por no haber cumplido con los ritos para purificarse».
Mas aquel día Saúl no dijo nada, porque se decía: Le habrá acontecido algo, y no está limpio; de seguro no está purificado.
Ese día Saúl no dijo nada acerca de ello, pero pensó: «Algo debe haber hecho que David quedara ceremonialmente impuro».
Ese día Saúl nada dijo pues pensó: 'No está puro, es algo que pasa. Seguramente no está puro'.
Sin embargo, aquel día Saúl no dijo nada, porque pensó: Algo le ha sucedido y no está limpio; seguramente no se ha purificado.
Saúl no dijo nada aquel día, pues pensó: '¡Será casualidad! No estará puro, por no haber podido purificarse'.