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Levítico 1:3 - Biblia Torres Amat 1825

3 si su oblación fuere holocausto, y de la vacada, ha de ofrecer macho sin tacha en la puerta del Tabernáculo del Testimonio, a fin de hacerse propicio al Señor;

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

3 Si su ofrenda fuere holocausto vacuno, macho sin defecto lo ofrecerá; de su voluntad lo ofrecerá a la puerta del tabernáculo de reunión delante de Jehová.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

3 »Si el animal que ofreces como ofrenda quemada es de la manada, debe ser un macho que no tenga ningún defecto. Llévalo a la entrada del tabernáculo para que seas aceptado por el Señor.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

3 Si quiere ofrecer un holocausto, es decir una víctima totalmente quemada, presentará a la entrada de la Tienda de las Citas el macho sin defecto que haya escogido, y así su sacrificio será agradable a Yavé.

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La Biblia Textual 3a Edicion

3 Si su ofrenda es un holocausto del ganado, ofrecerá un macho sin defecto. Lo traerá a la entrada de la Tienda de Reunión, para que sea acepto en favor suyo ante YHVH.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 Si su ofrenda es un holocausto de ganado mayor, ofrecerá un macho sin defecto; lo ofrecerá a la entrada de la tienda del encuentro para que sea grato a Yahveh.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

3 Si su ofrenda fuere un holocausto del ganado, un macho sin defecto ofrecerá; de su voluntad lo ofrecerá a la puerta del tabernáculo de la congregación delante de Jehová.

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Levítico 1:3
79 Referencias Cruzadas  

Alzó Abrahán los ojos, y vio detrás de sí un carnero enredado por las astas en un zarzal, y habiéndole cogido le ofreció en holocausto en vez del hijo.


Le dijo: Toma a Isaac, tu hijo único a quien tanto amas, y ve a la tierra de visión, y allí me lo ofrecerás en holocausto sobre uno de los montes que yo te mostraré.


A lo que respondió Abrahán: Hijo mío, Dios sabrá proveerse de víctima para el holocausto. Continuaron, pues, juntos su camino:


Y edificó Noé un altar al Señor; y cogiendo todos los animales y aves limpias, ofreció holocaustos sobre el altar.


El número de los holocaustos ofrecidos por el pueblo fue éste: Setenta toros, cien carneros y doscientos corderos.


Las separaron luego para repartirlas casa por casa y familia por familia, a fin de que fuesen ofrecidas al Señor, del modo que está escrito en el Libro de Moisés; e hicieron lo mismo con los bueyes.


Contigo está el principado el día de tu poderío, en medio de los resplandores de la santidad; de mis entrañas te engendré, antes de existir el lucero de la mañana.


para cumplir tu voluntad. Eso he deseado siempre, oh Dios mío; y tengo tu ley en medio de mi corazón.


El cordero ha de ser sin defecto, macho, y primal o del año; podréis, guardando el mismo rito, tomar o sustituir por él un cabrito.


Y eligió algunos jóvenes de los hijos de Israel, que ofrecieron holocaustos e inmolaron víctimas pacíficas de becerros al Señor.


Y de esta suerte ofrecerás el carnero, quemándole todo entero sobre el altar; oblación que se hace al Señor, y hostia, cuyo olor le es sumamente agradable.


Y harás que se acerquen Aarón y sus hijos a la entrada del Tabernáculo del Testimonio. Y después de haber lavado al padre y a sus hijos con agua,


sacrificio que se ha de ofrecer al Señor perpetuamente en vuestras generaciones, a la entrada del Tabernáculo del Testimonio, delante del Señor, donde yo estableceré mi comunicación contigo.


Y levantándose de mañana, sacrificaron holocaustos y hostias pacíficas; y el pueblo todo se sentó a comer y beber, y se levantaron después a divertirse en honor del becerro.


ofrecieron todos al Señor con ánimo prontísimo y devoto lo mejor de las cosas que tenía, para la fábrica del Tabernáculo del Testimonio, y para cuanto era necesario al culto Divino, y para las vestiduras sagradas.


Todos, así hombres como mujeres, ofrecieron con devoto corazón sus donativos para la ejecución de las obras, que Dios había mandado por medio de Moisés. Todos los hijos de Israel consagraron al Señor voluntariamente sus dones.


De vuestras cosas, dice, poned aparte las primicias que cada uno espontáneamente y de buen corazón quiere ofrecer al Señor: oro, plata y cobre,


les entregó todas las ofrendas de los hijos de Israel. Mientras estaban ellos empleados en sus labores, el pueblo todos los días por la mañana proseguía ofreciendo dones.


Fabricó asimismo Beseleel de madera de setim el altar de los holocaustos, el cual tenía cinco codos en cuadro y tres de alto,


Cuando os presentáis ante mi acatamiento, ¿quién os ha mandado llevar semejantes dones en vuestras manos, para pasearos por mis atrios?


yo sé que sobre mi santo monte sobre el excelso monte de Israel, dice el Señor Dios, allí me servirán algún día todos los de la familia de Israel; todos, digo, en aquella tierra, en la cual me serán gratos, y donde estimaré yo vuestras primicias y la ofrenda de vuestros diezmos, con todos los actos de vuestro culto sagrado.


Y en el zaguán de la puerta había dos mesas a un lado y dos al otro, para degollar sobre ellas las víctimas para el holocausto, por el pecado y por el delito.


Pero si la ofrenda es holocausto de ganado menor, esto es, de ovejas o cabras, ha de ofrecer macho sin tacha;


al octavo día tomará dos corderos sin mácula, y una oveja primal también sin defecto, y tres décimas de un efi de harina amasada con aceite para el sacrificio, y además un sextario de aceite.


presentará los dos machos cabríos al Señor a la puerta del Tabernáculo del Testimonio.


en lugar de ofrecerlos a la puerta del Tabernáculo en sacrificio al Señor, será reo de muerte; y así será exterminado de la sociedad de su pueblo, como si hubiese cometido un homicidio.


Dirás también a los mismos: Cualquiera de la casa de Israel y de los advenedizos que moran entre vosotros que ofreciere holocausto o víctima,


y no la trajere a la entrada del Tabernáculo del Testimonio, para que sea ofrecida al Señor, será exterminado de la sociedad de su pueblo.


Y en este mismo día en que se consagrará el manojo, será sacrificado un cordero primal, sin mácula, en holocausto al Señor.


Con los panes ofreceréis siete corderos sin mácula, primales, y un ternero de la vacada, y dos carneros, en holocausto, con sus libaciones, para olor suavísimo al Señor.


Y si la oblación fuere una hostia pacífica y quisiere ofrecerla de ganado vacuno, presentará delante del Señor un macho o hembra, que no tenga defecto,


Los ancianos del pueblo pondrán las manos sobre la cabeza del becerro en la presencia del Señor, ante la cual será degollado.


y después reconociere su pecado, ofrecerá en sacrificio al Señor un macho cabrío sin tacha.


si el que peca es el sumo sacerdote, que está ungido, haciendo delinquir al pueblo, ofrecerá al Señor por su pecado un becerro sin tacha.


Pero si ofreciere por el pecado una víctima de ganado lanar, esto es, una oveja sin tacha,


Si alguno peca por error, faltando a las ceremonias en las cosas consagradas al Señor, ofrecerá por su pecado un carnero sin tacha de los rebaños, que puede comprarse por dos siclos, según el peso del santuario;


ofrecerá un carnero sin tacha de los rebaños al sacerdote, a medida y proporción del pecado; el sacerdote rogará por él, pues lo hizo sin advertencia y quedará perdonado,


La persona que pecare, porque, menospreciado el Señor, negó a su prójimo el depósito confiado a su fidelidad, o le quitó alguna cosa con violencia, o le defraudó con engaño,


Habló también el Señor a Moisés, diciendo:


Si uno por voto o espontáneamente ofreciere alguna víctima, será igualmente comida el mismo día, bien que si quedara algo para el día siguiente, se puede comer;


Ofreció también un carnero en holocausto, sobre cuya cabeza pusieron Aarón y sus hijos las manos,


lavando primero los intestinos y las patas; de suerte que quemó todo el carnero a un tiempo sobre el altar, porque era holocausto de olor suavísimo para el Señor, como éste se lo había mandado.


Toma de la vacada un becerro para sacrificio por el pecado, y un carnero para el holocausto, ambos sin defecto alguno, y ofrécelo delante del Señor.


¡Oh espada!, desenváinate contra mi pastor y contra el varón unido conmigo, dice el Señor de los ejércitos; hiere al pastor, y serán dispersadas las ovejas; y extenderé mi mano sobre los párvulos.


Maldito será el hombre fraudulento, el cual tiene en su rebaño una res sin defecto, y habiendo hecho un voto, inmola al Señor una que es defectuosa; porque yo soy un rey grande, dice el Señor de los ejércitos, y terrible es mi Nombre entre las naciones.


y ofreciereis al Señor holocausto o víctima pacífica, cumpliendo votos, o por oblación voluntaria, o ya quemando en vuestras solemnidades bueyes u ovejas en olor de suavidad al Señor,


Que si el holocausto o la hostia es de bueyes en cumplimiento de voto o por víctima pacífica,


Estas son las ceremonias de una víctima que ha ordenado el Señor. Manda a los hijos de Israel que traigan una vaca roja de edad perfecta, que ni tenga tacha ni haya estado bajo el yugo,


no es Dios como el hombre para que mienta, ni como hijo de hombre para estar sujeto a mudanza. ¿Cuándo él, pues, ha dicho una cosa, no lo hará? ¿Habiendo hablado, no cumplirá su palabra?


Le dijo entonces Balac: Ven y te llevaré a otro sitio; por si place a Dios que desde allí los maldigas.


Dijo entonces Balaam a Balac: Aguárdate un poco junto a tu holocausto, mientras yo voy a ver si quizá el Señor viene a mi encuentro, en cuyo caso te diré todo lo que me mandare.


Hizo Balac lo que Balaam había dicho, y puso un becerro y un carnero sobre cada ara.


Además de esto, en las calendas ofreceréis en holocausto al Señor dos becerros de la vacada, un carnero, siete corderos primales sin mácula,


Y ofreceréis al Señor en sacrificio de holocausto dos becerros de la vacada, un carnero, siete corderos primales sin mácula;


Todas las víctimas que ofreceréis con sus libaciones serán sin defecto alguno.


y ofreceréis al Señor en holocausto de olor suavísimo trece becerros de la vacada, dos carneros, catorce corderos primales sin tacha;


Y ofreceréis en holocausto de olor suavísimo al Señor un becerro de la vacada, un carnero y siete corderos primales sin tacha.


El ángel en respuesta le dijo: El Espíritu Santo descenderá sobre ti, y la virtud del Altísimo te cubrirá con su sombra, por esta causa el fruto santo que de ti nacerá será llamado Hijo de Dios.


Y viendo a Jesús que pasaba, dijo: He aquí el cordero de Dios.


Por eso Jesús les dijo por segunda vez: En verdad, en verdad os digo, que yo soy la puerta de las ovejas.


Yo soy la puerta. El que por mí entrare, se salvará; y entrará, y saldrá sin tropiezo, y hallará pastos.


Porque cuando un hombre tiene gran voluntad de dar, Dios la acepta, no exigiendo de él sino lo que puede, y no lo que no puede.


Haga cada cual la oferta conforme lo ha resuelto en su corazón, no de mala gana, o como por fuerza; porque Dios ama al que da con alegría.


pues por él es por quien unos y otros tenemos cabida con el Padre eterno, unidos en el mismo Espíritu.


a fin de hacerla comparecer delante de él llena de gloria, sin mancha, ni arruga, ni cosa semejante, sino siendo santa e inmaculada.


y presentarás tus ofrendas de la carne y de la sangre sobre el altar del Señor Dios tuyo; la sangre de las víctimas la derramarás en torno del altar; pero sus carnes te las comerás.


Pero si el primerizo tuviere alguna tacha o defecto legal, si fuere cojo o ciego, o disforme en alguna parte del cuerpo o estropeado, no será sacrificado al señor Dios tuyo;


No sacrificarás a tu Señor Dios oveja o buey que tenga tacha o algún vicio: por ser esto abominable delante del Señor Dios tuyo.


el cual no tiene necesidad, como los demás sacerdotes, de ofrecer cada día sacrificios, primeramente por sus pecados, y después por los del pueblo; porque esto lo hizo una vez sola, ofreciéndose a sí mismo.


Y por eso es Jesús mediador de un nuevo testamento , a fin de que mediante su muerte para expiación aun de las prevaricaciones cometidas en tiempo del primer Testamento, reciban la herencia eterna prometida a los que han sido llamados de Dios.


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