Jeremías 2:12 - Biblia Torres Amat 1825

¹² Pasmaos, cielos, a vista de esto; y vosotras, ¡oh puertas celestiales!, horrorizaos con extremo sobre este hecho, dice el Señor.

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

¹² Espantaos, cielos, sobre esto, y horrorizaos; desolaos en gran manera, dijo Jehová.

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹² Los cielos están espantados ante semejante cosa y retroceden horrorizados y consternados —dice el Señor—.

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹² Que los cielos se asombren y tiemblen espantados por eso, palabra de Yavé;'

La Biblia Textual 3a Edicion

¹² ¡Espantaos, cielos, por ello; horrorizaos° y quedad perplejos! dice YHVH.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹² Pasmaos, cielos, de esto; estremeceos, horrorizaos en extremo -oráculo de Yahveh-,

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

¹² Espantaos, cielos, sobre esto, y horrorizaos; desolaos en gran manera, dice Jehová.

Jeremías 2:12 Referencias Cruzadas

Isaías 1:2

Hasta el buey reconoce a su dueño, y el asno el pesebre de su amo; pero Israel no me reconoce, y mi pueblo no entiende mi voz.

Isaías 29:9

Porque el Señor ha derramado sobre vosotros el espíritu de letargo, cerrará vuestros ojos, pondrá un velo para que no entendáis a los profetas y príncipes o ancianos vuestros, que tienen visiones.

Jeremías 18:13

Por tanto, esto dice el Señor: Preguntad a las demás naciones: ¿Quién ha jamás oído tales y tan horrendas cosas, como las que no se hartaba de hacer la virgen de Israel?

Jeremías 22:29

¡Tierra, tierra!; oye, ¡oh tierra!, la palabra del Señor, y escarmienta.

Jeremías 4:23

Eché una mirada a la tierra, y la vi vacía y sin nada; y a los cielos, y no había luz en ellos.

Jeremías 6:19

Oye, ¡oh tierra!, mira, yo acarrearé sobre ese pueblo desastres, fruto de sus depravados designios; puesto que no escucharon mis palabras, y desecharon mi ley.

Miqueas 6:2

Oigan la defensa del Señor los montes y los fuertes cimientos de la tierra porque entra el Señor en juicio con su propio pueblo, y tiene pleito con Israel.

Mateo 27:45

Mas desde el mediodía hasta las tres de la tarde quedó toda la tierra cubierta de tinieblas.

Deuteronomio 32:1

Oíd, cielos, lo que voy a proferir: escuche la tierra las palabras de mi boca.