Jeremías 2:12 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹² Pasmaos, cielos, de esto; estremeceos, horrorizaos en extremo -oráculo de Yahveh-,

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

¹² Espantaos, cielos, sobre esto, y horrorizaos; desolaos en gran manera, dijo Jehová.

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹² Los cielos están espantados ante semejante cosa y retroceden horrorizados y consternados —dice el Señor—.

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹² Que los cielos se asombren y tiemblen espantados por eso, palabra de Yavé;'

La Biblia Textual 3a Edicion

¹² ¡Espantaos, cielos, por ello; horrorizaos° y quedad perplejos! dice YHVH.

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

¹² Espantaos, cielos, sobre esto, y horrorizaos; desolaos en gran manera, dice Jehová.

Biblia Traducción en Lenguaje Actual

¹² El universo entero se sorprende y tiembla de espanto. Les juro que esto es así.

Jeremías 2:12 Referencias Cruzadas

Isaías 1:2

Escucha, cielo; atiende, tierra que habla Yahveh: hijos crié y eduqué, y ellos se rebelaron contra mí.

Isaías 29:9

Espantaos y quedad espantados, ofuscaos y quedad ofuscados, embriagaos y no de vino, tambaleaos y no de licor;

Jeremías 18:13

Por eso, así dice Yahveh: 'Preguntad en las naciones quién oyó cosa semejante: horrible maldad cometió la virgen de Israel.

Jeremías 22:29

¡Tierra, tierra, tierra: escucha la palabra de Yahveh! Así dice Yahveh: 'Inscribid a este hombre como sin hijos, como hombre que en sus días no ha de prosperar; pues nadie de su descendencia logrará sentarse en el trono de David ni reinar jamás en Judá'.

Jeremías 4:23

Miré a la tierra, y ¡ay! era un caos; a los cielos, y no tenían luz.

Jeremías 6:19

Escucha, tierra: Mirad que estoy trayendo una desgracia sobre este pueblo, fruto de sus proyectos, porque no escucharon mis palabras y despreciaron mi ley.

Miqueas 6:2

¡Oíd, montes, la querella de Yahveh, y vosotros, sólidos cimientos de la tierra!'. Porque Yahveh entabla un pleito con su pueblo, va a discutir con Israel:

Mateo 27:45

Desde la hora sexta hasta la hora nona toda aquella tierra quedó sumida en tinieblas.

Deuteronomio 32:1

Oíd, cielos, que voy a hablar yo; y tú, tierra, escucha las palabras de mi boca.