Miqueas 1:9 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁹ Su llaga es incurable, se ha expandido hasta Judá, ha llegado hasta la puerta de mi pueblo, hasta Jerusalén.

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

⁹ Porque su llaga es dolorosa, y llegó hasta Judá; llegó hasta la puerta de mi pueblo, hasta Jerusalén.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁹ Pues la herida de mi pueblo es demasiado profunda para sanar. Ha llegado hasta Judá, aun hasta las puertas de Jerusalén.

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁹ porque las llagas de Samaria son incurables y han llegado hasta Judá, alcanzando la capital de mi pueblo, la misma Jerusalén.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁹ Porque su llaga° es incurable, y ésta alcanzará también a Judá, Se propagará hasta la puerta de mi pueblo, En medio de Jerusalem.

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

⁹ Porque su llaga es dolorosa, que llegó hasta Judá; llegó hasta la puerta de mi pueblo, hasta Jerusalén.

Miqueas 1:9 Referencias Cruzadas

Isaías 3:26

Se lamentarán y gemirán sus puertas, y tú, desolada, te sentarás en tierra.

Isaías 36:1

El año catorce del rey Ezequías, Senaquerib, rey de Asiria, subió contra todas las ciudades fortificadas de Judá y se apoderó de ellas.

Isaías 36:2

El rey de Asiria envió desde Laquis a Jerusalén, contra Ezequías, al copero mayor, con un fuerte ejército. Subieron y, cuando llegaron a Jerusalén, se detuvieron junto al canal del estanque superior, el que está junto al camino del Campo del Batanero.

Jeremías 15:18

¿Por qué mi dolor ha de ser continuo y mi llaga tan incurable que se resiste a ser sanada? ¡Ay! Eres para mí como torrente engañoso, como aguas no fiables.

Jeremías 46:11

Sube a Galaad en busca de bálsamo, doncella de Egipto. En vano multiplicas los remedios, no hay curación para ti.

Miqueas 1:12

Ansiosamente esperan el bien los habitantes de Marot, cuando Yahveh ha hecho bajar la desdicha hasta la puerta de Jerusalén.

Miqueas 6:13

Por eso, también yo me he puesto a castigarte, a devastarte por tus pecados.

Nahum 3:19

Irremediable es tu desastre, incurable tu llaga. Cuantos oigan hablar de ti contra ti aplaudirán, porque, ¿sobre quién no pesó tu incesante maldad?