Job 1:11 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹¹ Pero prueba a extender tu mano y tocar su hacienda. ¡Ya verás cómo te maldice en tu propia cara!'.

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

¹¹ Pero extiende ahora tu mano y toca todo lo que tiene, y verás si no blasfema contra ti en tu misma presencia.

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹¹ Así que extiende tu mano y quítale todo lo que tiene, ¡ten por seguro que te maldecirá en tu propia cara!

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹¹ Pero extiende tu mano y toca sus pertenencias. Verás si no te maldice en tu propia cara.

La Biblia Textual 3a Edicion

¹¹ Pero, extiende ahora tu mano y toca todo lo que tiene, y verás si no te maldice° en tu propio Rostro.

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

¹¹ Pero extiende ahora tu mano, y toca todo lo que tiene, y te maldecirá en tu cara.

Biblia Traducción en Lenguaje Actual

¹¹ Pero yo te aseguro que si lo maltratas y le quitas todo lo que tiene, ¡te maldecirá en tu propia cara!

Job 1:11 Referencias Cruzadas

Génesis 26:11

Dio Abimélec esta orden a todo el pueblo: 'El que toque a este hombre o a su mujer, será reo de muerte'.

Job 1:12

Dijo Yahveh a Satán: 'De acuerdo: puedes disponer de todos sus bienes. Pero a él no le toques'. Y Satán se alejó de Yahveh.

Job 1:21

y dijo: 'Desnudo salí del seno de mi madre y desnudo volveré a él. Yahveh me lo dio, Yahveh me lo quitó. ¡Bendito sea el nombre de Yahveh!'.

Job 1:5

Una vez terminados los días de banquete, Job los hacía venir para purificarlos y, levantándose muy de mañana, ofrecía un holocausto por cada uno de ellos, pues se decía para sí: 'Quizá mis hijos hayan pecado y maldecido a Dios en su corazón'. Así hacía Job constantemente.

Job 19:21

¡Piedad, piedad de mí, vosotros mis amigos, porque me ha herido la mano de Dios!

Job 2:3

'¿Has reparado -le dijo Yahveh- en mi siervo Job? No hay otro igual en la tierra. Es hombre integro y recto, teme a Dios y evita el mal. Sigue firme en su integridad. En vano, pues, me has incitado contra él para perderle.'

Job 2:5

Prueba a extender tu mano y tocar sus huesos y su carne. ¡Ya verás cómo te maldice ante tu propia cara!'. Dijo Yahveh a Satán:

Job 2:6

'De acuerdo: puedes disponer de él. Pero respeta su vida'.

Job 2:7

Satán se alejó de Yahveh y atormentó a Job con una úlcera maligna desde la planta de los pies a lo alto de la cabeza.

Job 2:9

Le dijo su mujer: '¿Todavía sigues empeñado en tu integridad? ¡Maldice a Dios y muérete!'.

Job 4:5

Ahora, cuando a ti te toca, desfalleces; cuando a ti te afecta, te conturbas.

Salmos 105:15

'¡No toquéis a mis ungidos, no hagáis daño a mis profetas!'.

Isaías 5:25

Por eso se encendió la ira de Yahveh contra su pueblo, tendió su mano contra él y lo hirió. Temblaron las montañas. Los cadáveres fueron como basura en medio de las calles. Y ni aun así se calmó su ira, y su mano está todavía extendida.

Isaías 65:3

un pueblo que me ofende constantemente en mi propia cara, que sacrifican en los jardines, y queman incienso sobre los ladrillos,

Isaías 8:21

Pasará alguien oprimido y hambriento; el hambre le irritará y maldecirá a su rey y a su Dios. Volverá su rostro hacia arriba,

Zacarías 2:8

y le dijo: 'Corre y di a ese joven: Abierta ha de quedar Jerusalén por la cantidad de hombres y animales que albergará.

Apocalipsis 12:10

Y oí una gran voz en el cielo que decía: 'Ahora ya ha llegado la salvación, el poder y el reino de nuestro Dios y el imperio de su Cristo. Porque ha sido arrojado el acusador de nuestros hermanos, el que día y noche los acusaba ante nuestro Dios.

Apocalipsis 16:11

Blasfemaron entonces del Dios del cielo a causa de sus dolores y de sus úlceras, pero no corrigieron su conducta.

Apocalipsis 16:21

y una enorme granizada, como de talentos, cae del cielo sobre los hombres. Los hombres entonces blasfemaron de Dios por la plaga de la granizada, porque la plaga fue realmente terrorífica.

Apocalipsis 16:9

Y quedaron abrasados los hombres con fuego intenso. Blasfemaron entonces del nombre de Dios, que tiene potestad sobre estas plagas, pero no se convirtieron para darle gloria.