Hechos 5:23 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

²³ 'Hemos hallado la cárcel perfectamente cerrada y a los centinelas en pie junto a las puertas, pero, al abrirlas, no hemos encontrado a nadie dentro'.

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

²³ diciendo: Por cierto, la cárcel hemos hallado cerrada con toda seguridad, y los guardas afuera de pie ante las puertas; mas cuando abrimos, a nadie hallamos dentro.

Biblia Nueva Traducción Viviente

²³ «La cárcel estaba bien cerrada, los guardias estaban afuera en sus puestos, pero cuando abrimos las puertas, ¡no había nadie!».

Biblia Católica (Latinoamericana)

²³ Hemos encontrado la cárcel perfectamente cerrada y a los centinelas fuera, en sus puestos, pero al abrir las puertas no hemos encontrado a nadie dentro.

La Biblia Textual 3a Edicion

²³ diciendo: Hemos hallado la prisión cerrada con toda seguridad, y a los carceleros de pie ante las puertas, pero cuando abrimos, no hallamos a nadie dentro.

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

²³ diciendo: De cierto, la cárcel hemos hallado cerrada con toda seguridad, y los guardas afuera de pie ante las puertas; pero cuando abrimos, a nadie hallamos dentro.

Biblia Traducción en Lenguaje Actual

²³ «La cárcel estaba bien cerrada, y los soldados vigilaban las entradas, pero cuando abrimos la celda no encontramos a nadie.»

Hechos 5:23 Referencias Cruzadas

Salmos 2:4

El que mora en los cielos se sonríe, el Señor se burla de ellos.

Salmos 33:10

El Señor frustra el plan de las naciones, desconcierta los proyectos de los pueblos.

Proverbios 21:30

No hay sabiduría, ni inteligencia, ni consejo que valga contra Yahveh.

Lamentaciones 3:37

Mem. ¿Quién dijo algo y sucedió sin que el Señor lo disponga?

Juan 8:59

Entonces tomaron piedras para lapidarle; pero Jesús se escondió y salió del templo.

Hechos 5:19

Pero, durante la noche, un ángel del Señor abrió las puertas de la cárcel, los sacó y les dijo:

Hechos 5:22

Fueron allá los guardias pero no los encontraron en la cárcel y se volvieron para informar:

Hechos 5:24

Cuando lo oyeron, ni el jefe de la guardia del templo ni los sumos sacerdotes acertaban a explicarse qué habría sido de ellos.