2 Corintios 3:7 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁷ Si aquel ministerio de muerte, grabado con letras sobre piedras, fue tan glorioso que los hijos de Israel no podían fijar la vista en el rostro de Moisés a causa del resplandor -aunque pasajero- de su rostro,

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

⁷ Y si el ministerio de muerte grabado con letras en piedras fue con gloria, tanto que los hijos de Israel no pudieron fijar la vista en el rostro de Moisés a causa de la gloria de su rostro, la cual había de perecer,

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁷ El camino antiguo, con leyes grabadas en piedra, conducía a la muerte, aunque comenzó con tanta gloria que el pueblo de Israel no podía mirar la cara de Moisés. Pues su rostro brillaba con la gloria de Dios, aun cuando el brillo ya estaba desvaneciéndose.

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁷ Cuando se dieron leyes grabadas en tablas de piedra, ese ministerio fue rodeado de gloria, a pesar de que no traía más que sentencias de muerte; eso no obstante, los israelitas no podían fijar su mirada en el rostro de Moisés a causa de su resplandor, aunque era fugaz.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁷ Y si el ministerio de muerte grabado con letras en piedras fue con gloria, tanto que los hijos de Israel no pudieron fijar los ojos en el rostro de Moisés a causa de la gloria de su rostro° (la cual se desvanece),°

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

⁷ Y si el ministerio de muerte escrito y grabado en piedras fue glorioso, tanto que los hijos de Israel no podían fijar los ojos en el rostro de Moisés a causa de la gloria de su parecer, la cual había de fenecer,

Biblia Traducción en Lenguaje Actual

^7-9 Dios escribió la ley en tablas de piedra, y se la entregó a Moisés. Aquel momento fue tan grandioso, que la cara de Moisés resplandecía. Y el resplandor era tan fuerte que los israelitas no podían mirar a Moisés cara a cara. Sin embargo, ese brillo pronto iba a desaparecer. Si la entrega de esa ley fue tan grandiosa, el anuncio de la salvación será más grandioso todavía. Porque esa ley dice que merecemos morir por nuestros pecados. Pero gracias a lo que el Espíritu Santo hizo en nosotros, Dios nos declara inocentes.

2 Corintios 3:7 Referencias Cruzadas

Génesis 3:21

Yahveh-Dios hizo al hombre y a su mujer túnicas de piel y los vistió con ellas.

Nehemías 9:13

Tú descendiste al monte Sinaí, desde los cielos hablaste con ellos, les diste normas justas, leyes verdaderas, preceptos y mandamientos que son buenos.

Salmos 119:174

Yo suspiro, Señor, por tu socorro, y tu ley constituye mis delicias.

Salmos 119:97

Mem. ¡Cómo quiero yo tu ley! Ella es mi meditación de todo el día.

Éxodo 24:12

Yahveh dijo a Moisés: 'Sube hasta mí, a la montaña, y quédate allí; yo te daré las tablas de piedra, la ley y los mandamientos que he escrito para instruirles'.

Éxodo 31:18

Cuando Yahveh terminó de hablar con Moisés en el monte Sinaí, le entregó las dos tablas del testimonio, tablas de piedra escritas por el dedo de Dios.

Éxodo 32:19

Cuando Moisés llegó cerca del campamento y divisó el becerro y vio las danzas, encendido en cólera, arrojó de sus manos las tablas y las hizo añicos al pie del monte.

Éxodo 34:1

Dijo Yahveh a Moisés: 'Tállate dos tablas de piedra como las primeras, y escribiré en ellas las palabras que había en las primeras tablas que rompiste.

Hechos 6:15

Y fija la vista en él, todos los que estaban sentados en el sanedrín vieron su rostro como el rostro de un ángel.

Romanos 10:4

Porque la finalidad de la ley es Cristo, para justificar a todo el que cree.

Romanos 4:15

ya que la ley acarrea el castigo, mientras que donde no hay ley, tampoco hay transgresión.

Romanos 5:20

La ley intervino para que se multiplicaran las faltas; pero, donde se multiplicó el pecado, mucho más sobreabundó la gracia,

Romanos 7:10

mientras que yo quedé muerto; y me encontré con que el mandamiento, que de suyo es para vida, resultó ser para muerte.

Romanos 7:22

Porque, en lo íntimo de mi ser, me complazco en la ley de Dios;

Romanos 7:5

De hecho, cuando vivíamos sometidos a lo puramente humano, las pasiones pecaminosas, sirviéndose de la ley, actuaban en nuestros miembros, haciéndonos producir frutos para la muerte,

1 Corintios 13:10

pero cuando venga lo perfecto, lo imperfecto se acabará.

2 Corintios 3:3

Es evidente que sois una carta de Cristo, redactada por nosotros, escrita no con tinta, sino con el Espíritu de Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en las tablas de carne de los corazones.

2 Corintios 3:6

que nos ha capacitado para ser servidores de la nueva alianza, no la de la letra, sino la del Espíritu. Pues la letra mata, mientras que el Espíritu da vida.

2 Corintios 3:8

¿cuánto más glorioso será el ministerio del espíritu?

Gálatas 3:10

En efecto, todos los que proceden de las obras de la ley están bajo maldición, pues está escrito: Maldito todo el que no mantenga en vigor las palabras de esta ley, y no lo lleva a la práctica.

Gálatas 3:21

¿Es, pues, la ley contraria a las promesas [de Dios]? ¡Ni pensarlo! Pues si hubiera sido dada una ley capaz de dar vida, entonces sí que la justicia vendría de la ley.

Deuteronomio 4:13

Os anunció entonces su alianza y os mandó ponerla en práctica: los diez mandamientos que escribió en dos tablas de piedra.

Deuteronomio 4:8

Y, ¿qué gran nación hay que tenga preceptos y normas tan justos como toda esta ley que yo pongo hoy delante de vosotros?

Deuteronomio 5:22

Éstas son las palabras que dirigió Yahveh a toda vuestra asamblea, en la montaña, en medio del fuego, y de la nube y de la densa obscuridad, con voz potente, y no añadió más. Luego las escribió sobre dos tablas de piedra y me las entregó.

Deuteronomio 9:15

Me volví y bajé de la montaña, que ardía toda en llamas, llevando en mis manos las dos tablas de la alianza.

Hebreos 12:18

Ahora bien, vosotros no os habéis acercado a realidades palpables: fuego ardiente, tinieblas, torbellino,

Hebreos 3:3

Porque él ha sido considerado tanto más digno de una gloria superior a la de Moisés cuanto mayor es el honor del constructor de una casa que la casa misma.

Hebreos 9:4

en ella había un altar de oro para el incienso y el arca de la alianza, toda recubierta de oro, en cuyo interior se encontraba una urna de oro con el maná, la vara florecida de Aarón y las tablas de la ley.