2 Crónicas 18:26 - Biblia Reina Valera Gómez (2023)

²⁶ Y diréis: El rey ha dicho así: Poned a este en la cárcel, y sustentadle con pan de aflicción y agua de angustia, hasta que yo vuelva en paz.

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

²⁶ y decidles: El rey ha dicho así: Poned a este en la cárcel, y sustentadle con pan de aflicción y agua de angustia, hasta que yo vuelva en paz.

Biblia Nueva Traducción Viviente

²⁶ Denles la siguiente orden de parte del rey: “¡Metan a este hombre en la cárcel y no le den más que pan y agua hasta que yo regrese sano y salvo de la batalla!”».

Biblia Católica (Latinoamericana)

²⁶ y le dirán: Así habla el rey: Metan a éste en la cárcel y le dan el pan y el agua racionado, hasta que yo vuelva victorioso.

La Biblia Textual 3a Edicion

²⁶ y decidles: Así ha dicho el rey: Meted a éste en la cárcel y dadle pan y agua de aflicción hasta que yo vuelva en paz.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

²⁶ y decidle: 'Así ha ordenado el rey: metedlo en la cárcel y tenedlo a pan y agua con escasa ración, hasta que yo vuelva en paz''.

Biblia Traducción en Lenguaje Actual

²⁶ Díganles que lo pongan en la cárcel, y que no le den más que pan y agua hasta que yo regrese sano y salvo de la batalla.

2 Crónicas 18:26 Referencias Cruzadas

2 Crónicas 16:10

Y enojado Asa contra el vidente, lo echó en la casa de la cárcel, porque se encolerizó en extremo a causa de esto. Y oprimió Asa en aquel tiempo a algunos del pueblo.

2 Crónicas 18:15

Y el rey le dijo: ¿Hasta cuántas veces te conjuraré por el nombre de Jehová que no me hables sino la verdad?

Salmos 10:5

Sus caminos son torcidos en todo tiempo; tus juicios los tiene muy lejos de su vista, y desprecia a todos sus enemigos.

Salmos 102:9

Por lo cual he comido ceniza a manera de pan, y mi bebida mezclo con lágrimas,

Salmos 80:5

Les diste a comer pan de lágrimas, y les diste a beber lágrimas en gran abundancia.

Proverbios 14:16

El sabio teme y se aparta del mal; mas el necio se muestra arrogante y confiado.

Isaías 30:20

Y aunque el Señor os dé pan de adversidad y agua de aflicción, con todo, tus enseñadores nunca más te serán quitados, sino que tus ojos verán tus enseñadores.

Jeremías 36:26

Antes mandó el rey a Jerameel, hijo de Amelec, y a Seraías, hijo de Azriel, y a Selemías, hijo de Abdeel, que prendiesen a Baruc el escriba y al profeta Jeremías; pero Jehová los escondió.

Jeremías 37:15

Y los príncipes se enojaron contra Jeremías, y lo azotaron, y lo pusieron en prisión en la casa de Jonatán, el escriba, porque a esta la habían convertido en cárcel.

Mateo 12:24

Mas los fariseos oyéndolo decían: Éste no echa fuera los demonios sino por Belcebú, príncipe de los demonios.

Mateo 5:12

Regocijaos y alegraos; porque vuestra recompensa es grande en el cielo; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros.

Lucas 23:2

Y comenzaron a acusarle, diciendo: Hemos hallado que Éste pervierte la nación; y que prohíbe dar tributo a César, diciendo que Él mismo es Cristo, un Rey.

Hechos 22:22

Y le oyeron hasta esta palabra; entonces alzaron la voz, diciendo: Quita de la tierra a tal hombre, porque no conviene que viva.

Hechos 5:18

y echaron mano a los apóstoles y los pusieron en la cárcel pública.

2 Corintios 11:23

¿Son ministros de Cristo? (como poco sabio hablo) Yo más; en trabajos más abundante; en azotes sin medida; en cárceles más; en peligros de muerte muchas veces.

Deuteronomio 29:19

y suceda que, cuando el tal oyere las palabras de esta maldición, él se bendiga en su corazón, diciendo: Tendré paz, aunque ande en la imaginación de mi corazón, para añadir la embriaguez a la sed.

Hebreos 11:36

Otros experimentaron vituperios y azotes; y a más de esto cadenas y cárceles.

Apocalipsis 11:10

Y los moradores de la tierra se regocijarán sobre ellos, y se alegrarán, y se enviarán dones unos a otros; porque estos dos profetas han atormentado a los que moran sobre la tierra.

1 Samuel 25:21

Y David había dicho: Ciertamente en vano he guardado todo lo que este tiene en el desierto, sin que nada le haya faltado de todo cuanto es suyo; y él me ha vuelto mal por bien.