el dueño de la cisterna pagará el daño, resarciendo a su dueño, y lo que fue muerto será suyo.
El dueño del pozo compensará en forma total al dueño del animal, pero podrá quedarse con el animal muerto.
el propietario del pozo pagará al dueño de los animales el precio en dinero, pero el animal muerto será suyo.
el dueño de la cisterna indemnizará. Devolverá el dinero a su dueño, y lo muerto será suyo.
el dueño del pozo pagará el precio del animal muerto a su propietario, pero se quedará con el animal muerto.
el que abrió el pozo deberá pagar al dueño el valor del animal, pero podrá quedarse con el animal muerto.