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Lucas 3:14 - Biblia Arcas-Fernandez (Nuevo Testamento)

14 También le preguntaron unos soldados: - Y nosotros, ¿qué debemos hacer? Les contestó: - Conformaos con vuestra paga y no hagáis extorsión ni chantaje a nadie.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

14 También le preguntaron unos soldados, diciendo: Y nosotros, ¿qué haremos? Y les dijo: No hagáis extorsión a nadie, ni calumniéis; y contentaos con vuestro salario.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

14 —¿Qué debemos hacer nosotros? —preguntaron algunos soldados. Juan les contestó: —No extorsionen ni hagan falsas acusaciones, y estén satisfechos con su salario.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

14 A su vez, unos soldados le preguntaron: 'Y nosotros, ¿qué debemos hacer?' Juan les contestó: 'No abusen de la gente, no hagan denuncias falsas y conténtense con su sueldo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

14 Le preguntaron también los soldados, diciendo: Y nosotros, ¿qué hemos de hacer? Y les dijo: A nadie atraquéis° ni extorsionéis, sino contentaos con vuestra paga.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

14 También unos soldados le preguntaban: 'Y nosotros, ¿qué tenemos que hacer?'. Y les respondió: 'No hagáis extorsión a nadie ni lo denunciéis falsamente, sino contentaos con vuestra paga'.

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Lucas 3:14
15 Referencias Cruzadas  

Cuando Jesús entró en Carfarnaún, se acercó a él un oficial del ejército romano suplicándole:


Zaqueo, por su parte, se puso en pie y, dirigiéndose al Señor, dijo: - Señor, estoy decidido a dar a los pobres la mitad de mis bienes y a devolver cuatro veces más a los que haya defraudado en algo.


La gente preguntaba a Juan: - ¿Y qué debemos hacer?


El les dijo: - No exijáis más tributo del que señala la ley.


Apenas salió el ángel que le había hablado, Cornelio llamó a dos criados y a uno de sus asistentes que era hombre religioso,


Seréis así irreprochables y sencillos, seréis hijos de Dios intachables en medio de gentes tortuosas y perversas, y brillaréis como lumbreras en medio del mundo.


Y no es la necesidad lo que me hace hablar así, pues he aprendido a bastarme en cualquier circunstancia.


Y las ancianas, lo mismo. Que su conducta sea digna de cristianas; que no sean murmuradoras ni esclavas del vino, sino maestras de bondad.


Ellos le vencieron por medio de la sangre del Cordero y por medio del mensaje con que testificaron, sin que su amor a la vida les hiciera rehuir la muerte.


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