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Números 14:2 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

2 En sus murmuraciones contra Moisés y Aarón, la comunidad decía: «¡Cómo quisiéramos haber muerto en Egipto! ¡Más nos valdría morir en este desierto!

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

2 Y se quejaron contra Moisés y contra Aarón todos los hijos de Israel; y les dijo toda la multitud: ¡Ojalá muriéramos en la tierra de Egipto; o en este desierto ojalá muriéramos!

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Biblia Nueva Traducción Viviente

2 Sus voces se elevaron en una gran protesta contra Moisés y Aarón: «¡Si tan solo hubiéramos muerto en Egipto o incluso aquí en el desierto! —se quejaban—.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

2 Los israelitas se enojaron con Moisés y Aarón y toda la comunidad les dijo: '¿Por qué no morimos mejor en Egipto? ¿Por qué no morimos mejor en el desierto?'

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La Biblia Textual 3a Edicion

2 Y todos los hijos de Israel murmuraron contra Moisés y Aarón, y toda la asamblea les dijo: ¡Ojalá hubiéramos muerto en la tierra de Egipto!, ¡Ojalá muriéramos en este desierto!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 Todos los israelitas murmuraron contra Moisés y Aarón, y la comunidad entera les dijo: '¡Ah, si hubiéramos muerto en tierra de Egipto, o si muriéramos al menos en este desierto!

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

2 Y todos los hijos de Israel murmuraron contra Moisés y contra Aarón; y toda la congregación les dijo: ¡Quisiera Dios que hubiéramos muerto en la tierra de Egipto; quisiera Dios que hubiéramos muerto en este desierto!

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Números 14:2
31 Referencias Cruzadas  

y caminó todo un día por el desierto. Llegó adonde había un arbusto, y se sentó a su sombra con ganas de morirse. «¡Estoy harto, Señor! —protestó—. Quítame la vida, pues no soy mejor que mis antepasados».


»¿Por qué no perecí al momento de nacer? ¿Por qué no morí cuando salí del vientre?


Menospreciaron esa bella tierra; no creyeron en la promesa de Dios.


Refunfuñaron en sus tiendas de campaña y no obedecieron al Señor.


se acordó del pacto que había hecho con ellos y, por su gran amor, tuvo compasión de ellos.


Entonces le reclamaron a Moisés: ―¿Acaso no había sepulcros en Egipto, que nos sacaste de allí para morir en el desierto? ¿Qué has hecho con nosotros? ¿Para qué nos sacaste de Egipto?


Comenzaron entonces a murmurar en contra de Moisés, y preguntaban: «¿Qué vamos a beber?»


Pero los israelitas estaban sedientos, y murmuraron contra Moisés. ―¿Para qué nos sacaste de Egipto? —reclamaban—. ¿Solo para matarnos de sed a nosotros, a nuestros hijos y a nuestro ganado?


Así que ahora, Señor, te suplico que me quites la vida. ¡Prefiero morir que seguir viviendo!


Al salir el sol, Dios dispuso un viento oriental abrasador. Además, el sol hería a Jonás en la cabeza, de modo que este desfallecía. Con deseos de morirse, exclamó: «¡Prefiero morir que seguir viviendo!»


Un día, el pueblo se quejó de las penalidades que estaba sufriendo. Al oírlos el Señor, ardió en ira y su fuego consumió los alrededores del campamento.


Si este es el trato que vas a darme, ¡me harás un favor si me quitas la vida! ¡Así me veré libre de mi desgracia!


¡Cómo echamos de menos el pescado que comíamos gratis en Egipto! ¡También comíamos pepinos y melones, y puerros, cebollas y ajos!


Aquella noche toda la comunidad israelita se puso a gritar y a llorar.


que, aunque vieron mi gloria y las maravillas que hice en Egipto y en el desierto, ninguno de los que me desobedecieron y me pusieron a prueba repetidas veces


¿Te parece poco habernos sacado de la tierra donde abundan la leche y la miel, para que ahora quieras matarnos en este desierto y dártelas de gobernante con nosotros?


Al día siguiente, toda la congregación de los israelitas volvió a murmurar contra Moisés y Aarón, diciendo: ―Vosotros matasteis al pueblo del Señor.


Moisés se lo comunicó a los israelitas, y los jefes le entregaron doce varas, una por cada jefe de su familia patriarcal. Entre ellas estaba la vara de Aarón.


Como hubo una gran escasez de agua, los israelitas se amotinaron contra Moisés y Aarón,


y le reclamaron a Moisés: «¡Ojalá el Señor nos hubiera dejado morir junto con nuestros hermanos!


¿No somos acaso la asamblea del Señor? ¿Para qué nos trajiste a este desierto, a morir con nuestro ganado?


y comenzaron a hablar contra Dios y contra Moisés: ―¿Para qué nos trajisteis vosotros de Egipto a morir en este desierto? ¡Aquí no hay pan ni agua! ¡Ya estamos hartos de esta pésima comida!


Ni murmuréis contra Dios, como lo hicieron algunos y sucumbieron a manos del ángel destructor.


Os pusisteis a murmurar en vuestras tiendas y dijisteis: “El Señor nos aborrece; nos hizo salir de Egipto para entregarnos a los amorreos y destruirnos.


lo mismo que cuando el Señor os envió desde Cades Barnea y os dijo: “Id y tomad posesión de la tierra que os he dado”. Os rebelasteis contra la orden del Señor vuestro Dios; no confiasteis en él ni le obedecisteis.


Ahora bien, ¿quiénes fueron los que oyeron y se rebelaron? ¿No fueron acaso todos los que salieron de Egipto guiados por Moisés?


Estos individuos son refunfuñadores y criticones; se dejan llevar por sus propias pasiones; hablan con arrogancia y adulan a los demás para sacar ventaja.


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