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Levítico 5:7 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

7 »Si a alguien no le alcanza para comprar ganado menor, entonces le llevará al Señor, como sacrificio por la culpa del pecado cometido, dos tórtolas o dos pichones de paloma, una de las aves como sacrificio por el pecado y la otra como holocausto.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

7 Y si no tuviere lo suficiente para un cordero, traerá a Jehová en expiación por su pecado que cometió, dos tórtolas o dos palominos, el uno para expiación, y el otro para holocausto.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

7 »Sin embargo, si no te alcanza para comprar una oveja, puedes llevarle al Señor dos tórtolas o dos pichones de paloma como castigo por tu pecado. Una de las aves será la ofrenda por el pecado, y la otra será la ofrenda quemada.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

7 Si a dicha persona no le alcanza para una res, ofrecerá a Yavé dos tórtolas o dos pichones, uno por el pecado y otro en holocausto.

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La Biblia Textual 3a Edicion

7 Pero si no dispone lo suficiente para ofrecer un cordero, entonces presentará por su culpa con la cual pecó, dos tórtolas o dos palominos para YHVH: uno como víctima por el pecado, y otro para holocausto,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

7 Si no dispone de medios para procurarse una cabeza de ganado menor, llevará a Yahveh, como sacrificio de reparación por el pecado cometido, dos tórtolas o dos pichones, uno como sacrificio expiatorio y otro en holocausto,

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Levítico 5:7
24 Referencias Cruzadas  

»Una vez cumplido su período de purificación, sea que haya tenido un niño o una niña, tomará un cordero de un año como holocausto, y un pichón de paloma o una tórtola como sacrificio expiatorio, y los llevará al sacerdote, a la entrada de la Tienda de reunión,


Pero, si no le alcanza para comprar un cordero, tomará dos tórtolas o dos pichones de paloma, uno como holocausto y el otro como sacrificio expiatorio. Así el sacerdote hará propiciación por la mujer, y ella quedará purificada».


Luego ofrecerá las tórtolas o los pichones de paloma, según lo que pueda pagar el oferente,


uno como sacrificio expiatorio y otro como holocausto, junto con la ofrenda de cereal. Así hará el sacerdote propiciación ante el Señor en favor del que se purifica».


quien ofrecerá uno como sacrificio expiatorio y el otro como holocausto. Así, en presencia del Señor, el sacerdote hará propiciación por ella a causa de su flujo.


»De la comunidad de los israelitas, Aarón tomará dos machos cabríos para el sacrificio expiatorio y un carnero para el holocausto.


»Si quien hace el voto es tan pobre que ni el precio estipulado puede pagar, se le hará comparecer ante el sacerdote, el cual fijará el valor a pagar, según los recursos de quien haga el voto.


»Si a esa persona tampoco le alcanza para comprar dos tórtolas o dos pichones, presentará entonces en sacrificio expiatorio, como ofrenda por el pecado cometido, dos litros de flor de harina. Como se trata de un sacrificio expiatorio, no se le pondrá aceite ni incienso.


»Esta es la ley respecto al sacrificio por la culpa, el cual es sumamente sagrado:


Diles después a los israelitas: “Traed un macho cabrío para el sacrificio expiatorio, y un becerro y un cordero para el holocausto, ambos de un año y sin defecto.


que les dijera a los israelitas: «El hombre o la mujer que peque contra su prójimo traiciona al Señor y tendrá que responder por ello.


Al octavo día llevará dos palomas o dos tórtolas, y se las entregará al sacerdote a la entrada de la Tienda de reunión.


El sacerdote ofrecerá una de ellas como sacrificio expiatorio, y la otra como holocausto. Así el sacerdote hará expiación por el nazareo, ya que este pecó al entrar en contacto con un cadáver. Ese mismo día, el nazareo volverá a santificarse la cabeza,


Os envío como ovejas en medio de lobos. Por tanto, sed astutos como serpientes y sencillos como palomas.


Jesús entró en el templo y echó de allí a todos los que compraban y vendían. Volcó las mesas de los que cambiaban dinero y los puestos de los que vendían palomas.


Tan pronto como Jesús fue bautizado, subió del agua. En ese momento se abrió el cielo, y él vio al Espíritu de Dios bajar como una paloma y posarse sobre él.


También ofrecieron un sacrificio conforme a lo que la ley del Señor dice: «un par de tórtolas o dos pichones de paloma».


Porque, si uno lo hace de buena voluntad, lo que da es bien recibido según lo que tiene, y no según lo que no tiene.


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