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Juan 4:15 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

15 ―Señor, dame de esa agua para que no vuelva a tener sed ni siga viniendo aquí a sacarla.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

15 La mujer le dijo: Señor, dame esa agua, para que no tenga yo sed, ni venga aquí a sacarla.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

15 —Por favor, señor —le dijo la mujer—, ¡deme de esa agua! Así nunca más volveré a tener sed y no tendré que venir aquí a sacar agua.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

15 La mujer le dijo: 'Señor, dame de esa agua, y así ya no sufriré la sed ni tendré que volver aquí a sacar agua.

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La Biblia Textual 3a Edicion

15 Le dice la mujer: Señor, dame esa agua, para que no tenga sed ni venga aquí a sacar.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

15 Dícele la mujer: 'Señor, dame de ese agua, para que yo no sienta ya más sed, ni tenga que venir aquí a sacarla'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

15 La mujer le dijo: Señor, dame esa agua, para que yo no tenga sed, ni venga acá a sacarla.

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Juan 4:15
11 Referencias Cruzadas  

Muchos son los que dicen: «¿Quién puede mostrarnos algún bien?» ¡Haz, Señor, que sobre nosotros brille la luz de tu rostro!


―Ve a llamar a tu esposo, y vuelve acá —le dijo Jesús.


―Ciertamente os aseguro que me buscáis no porque habéis visto señales, sino porque comisteis pan hasta llenaros.


―Señor —le pidieron—, danos siempre ese pan.


―Yo soy el pan de vida —declaró Jesús—. El que a mí viene nunca pasará hambre, y el que en mí cree nunca más volverá a tener sed.


Porque la paga del pecado es muerte, mientras que la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, nuestro Señor.


Los que viven conforme a la naturaleza pecaminosa fijan la mente en los deseos de tal naturaleza; en cambio, los que viven conforme al Espíritu fijan la mente en los deseos del Espíritu.


El que no tiene el Espíritu no acepta lo que procede del Espíritu de Dios, pues para él es locura. No puede entenderlo, porque hay que discernirlo espiritualmente.


Y, cuando pedís, no recibís porque pedís con malas intenciones, para satisfacer vuestras propias pasiones.


También sabemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado entendimiento para que conozcamos al Dios verdadero. Y estamos con el Verdadero, con su Hijo Jesucristo. Este es el Dios verdadero y la vida eterna.


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