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Joel 2:14 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

14 Tal vez Dios reconsidere y cambie de parecer, y deje tras de sí una bendición. Las ofrendas de cereales y las libaciones son del Señor vuestro Dios.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

14 ¿Quién sabe si volverá y se arrepentirá y dejará bendición tras de él, esto es, ofrenda y libación para Jehová vuestro Dios?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

14 ¿Quién sabe? Quizá les suspenda el castigo y les envíe una bendición en vez de esta maldición. Quizá puedan ofrendar grano y vino al Señor su Dios, como lo hacían antes.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

14 ¡Quién sabe si volverá atrás y nos perdonará y hará producir de nuevo a nuestros campos, de los cuales sacaremos las ofrendas para Yavé!

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La Biblia Textual 3a Edicion

14 Quizá desista y se vuelva, y a su paso deje bendición, Y oblación y libación para YHVH vuestro Dios.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

14 ¡Quién sabe si cambiará y perdonará y dejará tras de sí bendición! ¡Oblación y libación a Yahveh, vuestro Dios!

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

14 ¿Quién sabe si volverá y se apiadará y dejará bendición tras sí, es decir, ofrenda y libación para Jehová Dios vuestro?

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Joel 2:14
20 Referencias Cruzadas  

David respondió: ―Es verdad que cuando el niño estaba vivo yo ayunaba y lloraba, pues pensaba: “¿Quién sabe? Tal vez el Señor tenga compasión de mí y permita que el niño viva”.


A lo mejor el Señor tiene en cuenta mi aflicción y me paga con bendiciones las maldiciones que estoy recibiendo.


Tal vez el Señor tu Dios oiga todas las palabras del comandante en jefe, a quien su señor, el rey de Asiria, envió para insultar al Dios viviente. ¡Que el Señor tu Dios lo castigue por las palabras que ha oído! Eleva, pues, una oración por el remanente del pueblo que aún sobrevive”».


Al día siguiente, Moisés les dijo a los israelitas: «Habéis cometido un gran pecado. Pero voy a subir ahora para reunirme con el Señor, y tal vez logre yo que Dios os perdone vuestro pecado».


Así dice el Señor: «Cuando alguien encuentra un buen racimo de uvas, dice: “No voy a dañarlo, porque todavía tiene jugo”. Del mismo modo actuaré yo por amor a mis siervos: No los destruiré a todos.


pero, si la nación de la cual hablé se arrepiente de su maldad, también yo me arrepentiré del castigo que había pensado infligirles.


Así que enmendad ya vuestra conducta y vuestras acciones, y obedeced al Señor vuestro Dios, y el Señor se arrepentirá del mal que os ha anunciado.


Tal vez te hagan caso y se conviertan de su mal camino. Si lo hacen, me arrepentiré del mal que pensaba hacerles por sus malas acciones.


Vestíos de duelo y gemid, sacerdotes; lamentaos, ministros del altar. Venid, ministros de mi Dios, y pasad la noche vestidos de luto, porque las ofrendas de cereales y las libaciones han sido suspendidas en la casa de vuestro Dios.


¿No se nos arrebató el alimento ante nuestros propios ojos, y la alegría y el regocijo de la casa de nuestro Dios?


Las ofrendas de cereales y las libaciones no se ofrecen ya en la casa del Señor. Hacen duelo los sacerdotes, los ministros del Señor.


¡Odiad el mal y amad el bien! Haced que impere la justicia en los tribunales; tal vez así el Señor, el Dios Todopoderoso, tenga compasión del remanente de José.


El capitán del barco se le acercó y le dijo: ―¿Cómo puedes estar durmiendo? ¡Levántate! ¡Clama a tu dios! Quizá se fije en nosotros, y no perezcamos.


¡Quién sabe! Tal vez Dios cambie de parecer, y aplaque el ardor de su ira, y no perezcamos».


Buscad al Señor, todos los humildes de la tierra, los que habéis puesto en práctica sus normas. Buscad la justicia, buscad la humildad; tal vez encontraréis refugio en el día de la ira del Señor.


¿Queda todavía alguna semilla en el granero? ¿Todavía no producen nada la vid ni la higuera, ni el granado ni el olivo? ¡Pues a partir de hoy yo os bendeciré!»


Así, humildemente, debe corregir a los adversarios, con la esperanza de que Dios les conceda el arrepentimiento para conocer la verdad,


Dame, pues, la región montañosa que el Señor me prometió en esa ocasión. Desde ese día, tú bien sabes que los anaquitas habitan allí, y que sus ciudades son enormes y fortificadas. Sin embargo, con la ayuda del Señor los expulsaré de ese territorio, tal como él ha prometido».


Así que haced imágenes de los tumores y de las ratas que han devastado el país, y dad honra al Dios de Israel. Tal vez suavice su castigo contra vosotros, vuestros dioses y vuestra tierra.


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